domingo, 24 de agosto de 2014

Extraña IV

Cap IV

Ya habían pasado 2 horas desde que las dos mujeres se fueron de la clínica dejando a la arquitecto descansar, su aspecto era el peor de todos, era primera vez que le sucedía esto, las únicas veces que tenía este tipo de percances era cuando salia con André, pero eran juegos de niños, pero fuera de eso, su actitud siempre fue intachable, siempre fue un buen ejemplo, tanto de belleza como de personalidad, pero ahora todo eso estaba en la basura, su buen aspecto estaba acabado, Gabriela tenía el cabello largo lacio, usaba lentes, de nariz respingada, ojos almendrados de un dorado especial, su piel era bastante suave y blanquecina totalmente, si tenía algo de color en su cara, era en la nariz, porque el sol le daba a veces en plena cara cuando supervisaba alguna obra de un edificio, media algo de 1.65mts, era de complexión mediana y vestía bastante bien, sabia que no era una mujer despampanante pero si tenía mucho a su favor, puesto que era bastante inteligente, elocuente, respetuosa y había entrado al mundo de los arquitecto por su personalidad y sus proyectos, pero ahora mismo no podía sostener nada de ello, se encontraba con la nariz rota, con el brazo lastimado y una de sus piernas esquinzada, ya no podría trabajar por unas semanas o quizás por unos meses, si tan solo no hubiese aceptado la invitación de la rubia, pero esa fue su forma de agradecerle, quería por un día olvidarse de muchas cosas, salir y disfrutar con otra persona y justo apareció esta invitación, pero ahora que estaba a solas pensaba también en la joven, no sabía absolutamente nada de ella, solo sabía su nombre, pero nada más, la había visto sólo 3 veces y le preocupaba la vida de la platinaba, también se había dado cuenta que era una mujer dulce y cariñosa ¿O esto era producto de su trabajo como prostituta?, le molestaba no tener idea de ella, es que ni siquiera tenía su número de celular, tampoco tenía la tarjeta que le había dejado el día anterior... Sólo recordaba donde vivía ¿y si no la podía ver mañana?, ¿La iría a ver a su casa e incluso al cabaret?, debía saber más de ella, pero tal vez no era aconsejable... Hasta que tanto reflexionar se durmió.

Mientras tanto en la casa de Lisa, esta no paraba de pensar en lo que había pasado, Gabriela estaba completamente herida, nunca la había visto así, se sintió pésimo, porque si las cosas no fueran como son, tal vez nada ahora estarían juntas tal vez en otra cuidad, pero no podía hacer nada, porque la chica de lentes no la soportaba, no le gustaba estar mucho tiempo a su lado y era obvio... A veces se arrepentía de haber tomado esa decisión que hizo cambiar todo, dejo a Gabrielle por miedo, por un simple miedo al que dirán... Sabía todo lo que la amaba, que quería construirle una casa, una casa para ambas, con un enorme patio adornado con flores, para poder tener dos hijos, tener una vida juntas, sin importarle nada, pero cuando Lisa hablo con sus padres sobre la relación que tenía con la entonces universitaria todo se fue al tacho de la basura y aun que Gabriela trato de convencerla no hubo caso y terminaron así nada más y años después conoció a André y se caso con él, sabía que Gabriela y el cabellos azabaches era amigos desde pequeños, se caso con él para poder estar cerca de ella, para poder verla, sólo que nunca dimensiono el daño que le hacia a la arquitecto, que de verdad la lastimaba y más aún, hoy se sintió celosa, porque apareció alguien que si se preocupa por la joven, pero tampoco toleraba que una mujer con semejante facha se haya acercado a "su Gabriela", tal vez si dejaba a André podría acercarse a la arquitecto, quizás de esa manera llamaria su atención, porque estaba mas que segura que Gabriela aun la amaba, que aun sentía cosas, que aun sentía celos y eso era un punto a favor para ella, mientras seguía pensando, también recordó el momento cuando le pidió matrimonio, ese día fue el más emocionante de su vida, incluso le había dicho que aceptaba, pero al momento de recordarlo e incluso recordar la mirada de la arquitecto, comenzó a llorar, lloro amargamente y se maldijo, ¿cómo estropeo un amor tan sincero? ¿Cómo sus miedos pudieron más que el amor por Gabriela?  La relación con André no iba a ningun lado, su matrimonio era un fiasco, no querían tener bebes, no tenían relaciones sexuales, dormian en camas separadas, André nunca estaba en casa, las escenas de celos de Lisa no eran por André, si no que por la arquitecto, sabía perfectamente que ambos siempre andaban en bares de mala muerte, donde podía aparecer una cualquiera y llevarse a la mujer de su vida y eso la volvía loca.

Al día siguiente, la arquitecto despertó, se sintió algo sola, no había nadie, tampoco podía ir a trabajar, la verdad tendría 2 meses con licencia, suspiro profundo y prendió la televisión, pronto le traerían desayuno y la verdad moría de hambre, por fin llego una enfermera con el desayuno en una bandeja, pero ahora le era mas difícil, comer seria un suplicio, la enfermera la ayudo a acomodarse en la cama.

-Muchas gracias- sonrió Gabriela
-Señorita Klimt, debo decirle que tiene visitas
-Pero no se supone que a las 3 puede entrar gente a verme
-No, eso fue porque el doctor se irrito por las jóvenes que estaban aquí
-Pero ¿quién es?
-Es una señorita rubia... Si quiere le digo que se vaya
-No, no, hágala pasar, la estoy esperando- hablo un poco agitada
-Iré por ella

Gabriela algo nerviosa se dio cuenta de su aspecto, llevaba esas incomodas batas de clínica, se sintió avergonzada, pero en menos de 5min la enfermera volvió acompañada de la rubia.

-Oh mi Gabriela, estás mejor?- Dijo la platinada y le beso la frente...-Te ves mejor que ayer... Además te llevare a mi casa, para tu recuperación
-A tu casa?
-Sí, de hecho vengo a buscarte
-Pero...
-Nada de peros, al final todo esto es mi culpa...- Trato de sonreír y Gabriela le tomo la mano.