jueves, 21 de enero de 2016

Destino

Destino


El que al parecer seria un día de esos comunes, con toda su normalidad, resulto ser un día de aquellos que deseas que no lleguen, Samantha no había tenido uno de sus mejores días en la academia de literatura, su maestra le encomendó escribir una historia romántica, lo cual para Sam como la llamaban sus conocidos resultaba nada menos que caótico, ella solía escribir historias de ficción y de terror , de esas con personajes que te dan escalofríos con solo leer dos líneas, pero su maestra la famosísima Julia Moscato una hermosa mujer alta y esbelta, de cabellos negros , ondulados y ojos color miel se esmeraba en pedir a Sam una historia romántica, cargada de amor y fantasías, en la clase del día de hoy le dio como tarea a la muchacha que en su estudio recordara sus historias de amor, lo cual para Sam resultaba un fastidio ya que nunca hablaba sobre esas cosas , mucho menos con Julia.

Al llegar  la noche Samantha, una mujer de 26 años, de estatura mediana, cabello largo y cobrizo, se encontraba ya instalada en su estudio, el cual habitualmente se encontraba hecho un desastre, tomo una copa de espumante y con la botella al lado se puso a pensar. Pensó en un amor que tuvo a eso de los 17 o 18 años, un amor que hacía lo posible por no recordar, ya que había quedado con el corazón destrozado al romper esa relación.  Pero que mas daba, tenía que terminar su tarea para la mañana siguiente, ya que de esto dependía que aprobara su curso de literatura.

De un momento a otro lo único que se escuchaba en su departamento era el sonido de las teclas de su PC.


“… Recuerdo un amor, de esos que te ponen los pelos de punta, de esos que te hacen temblar, aun más que las escenas de terror de la película de moda, un amor de esos que jamás te dejan, que jamás se van ni se apartan de tu pecho. Fue una mañana o una tarde, ya no lo recuerdo, pero sé que el día estaba hermoso, el sol radiante iluminaba los rostros de todas la personas que circulaban por el centro de la ciudad, Celeste estaba un poco perdida, no sabía bien cuál era el lugar que habían acordado con la muchacha que conocería, pero sin más preguntaba a las personas que pasaban por la estación de tren, era una nueva ciudad y una nueva experiencia.
Fue en ese momento cuando Celeste se encontró sola entre la multitud esperando, cuando a lo lejos pudo ver la mujer más bella que jamás imagino, solo la había visto por fotos y realmente en persona se veía aun mas hermosa, se acercaba paso a paso a ella nada menos que Amy, la bella mujer que conoció por las redes sociales, con la cual llevaban ya unos meses entablando largas conversaciones todos los días, en momentos pasaban horas hablando de sus vidas y compartiendo experiencias. Celeste sentía que sus manos temblaban que su cuerpo estaba temblando, fue cundo se acerco Amy y con una sonrisa solo dijo: Hola, Celeste, es un gusto poder al fin conocerte.
Celeste entre temblores, mariposas y escalofríos se acerco y saludo a Amy con un beso en la mejilla, sintió como la mejilla suave de Amy se iluminaba con un tono rosa.
Ambas muchachas se miraron y se tomaron de las manos, y de ese modo se dispusieron a caminar por entre a gente…. “


Sonaba a lo lejos el despertador del celular. Fue entonces cuando Sam de un salto salió de la cama, se metió a la ducha, lavo su largo cabello, lavo su cuerpo, rápidamente se seco y se puso un lindo vestido de color damasco con unos tacos color negro que hacían juego con su cartera. Rápidamente tomo los papeles que se encontraban sobre la impresora, era un alto de unas 20 hojas, no podía creer que había terminado su historia de amor.
Cuando estaba en el auto, no podía dejar de pensar en que finalmente logro terminar su historia de amor, claro, con algunos cambios y con un final de sueños, no con el final que tuvo en su vida, ya que Sam era una mujer más bien solitaria y sin pareja, ya que le costaba un poco abrir su corazón, detalle que su maestra conocía muy bien, ya que siempre insistía en que abriera su corazón y expresara su verdadero ser, “verdadero ser” que es eso reclamaba Sam a medida que conducía su auto, ya quedaban solo algunas cuadras para poder llegar al centro de literatura.

Rápidamente Sam abrió las puertas del alto edificio en el cual se encontraba la escuela de literatura, corrió a la sala, y ahí se encontraba nada menos que su Maestra, de piernas cruzadas en su escritorio, Julia giro, miro a Sam y extendió su mano para que le entregara la historia, simplemente no dijo nada.
Julia comenzó a leer, y una lágrima recorrió su mejilla. No dijo ninguna palabra hasta cerrar el texto.

Julia: - Samantha, no puedo creer que tan bellas palabras, que tanto sentimiento y emoción emanen de tu ser, es maravilloso, no sé qué decirte. (Julia miraba a Sam detenidamente, guardo silencio unos segundos y dijo) Aprobado, con esto das fin a esta etapa. Aprobado el curso.

Samantha se acerco a Julia y la abrazo con todas sus fuerzas y le dijo suavemente al oído: -Muchas gracias, de no ser por ti mi corazón no latería como lo hace hoy.

Ya eran un poco más de las 9 de la noche, Samantha se estaba arreglando para asistir a un concierto al cual la habían invitado unos amigos. Nada menos que a un concierto de música clásica, en el cual se presentaría una famosa artista como le habían dicho sus amigos.

Cuando iba en el taxi, sentía un nerviosismo extraño, de esos que se sienten cuando algo pasara, pero Sam no tomo atención a esa sensación, se bajo del taxi, iba con un vestido negro y largo, con un tajo que llegaba hasta su cadera derecha, su cabello lo llevaba suelto,  con ondas, y sus labios de color rojo. Al entrar al local vio a lo lejos a sus amigos que la esperaban en la mejor mesa, ya que tenía la mejor vista al escenario, compartieron unos tragos, Samantha solía tomar espumante solo o con frambuesas, en cambio sus amigos ya llevaban unos cuantos whisky.

 Carlos, insistía en preguntar a Sam si estaba saliendo con alguien, a lo que ella respondía que aun no encontraba a la mujer indicada,  entre risas y palabras, un silencio se apodero de todo el recinto, fue en ese momento que el escenario se ilumino y ahí estaba la famosa artista con su Violoncello , Samantha estaba un poco distraída, pero en ese momento comenzó la música y su cuerpo temblaba, sentía un escalofrió tan grande que no podía controlar, se dio vuelta y al mirar al escenario, no era nada menos que Julia, su maestra la que estaba frente a sus ojos, vestía  de negro, con un pantalón ajustado y una blusa , sus manos se movían como bailarinas al compas de la música que proyectaba , Samantha no dejaba de pensar (como es posible, Julia, mi maestra, esa música, que me sucede), a medida que pensaba no podía despegar sus ojos de Julia, es que se veía tan distinta, tan sensual, la joven no se dio cuenta y de pronto los ojos de Julia estaban sobre ella , y en los labios de ambas se dibujaba una sonrisa.

 El concierto continúo algo así como 1 hora, fue en ese momento que Julia, si nada menos que Julia Moscato, bajo del escenario y no por la escalera trasera, si no por una pequeña escalera que se dirigía hacia el lugar en el que estaba Samantha y sus amigos, se acerco a la mesa y susurrando en el oído de Sam le dijo: -  Me das un minuto, quisiera poder hablarte.

Sam se paro sin pensarlo dos veces, y juntas caminaron a la barra.

Julia: - Samantha, estas muy linda, no esperaba verte por aquí (decía Julia y a la vez sonreía)

Samantha : -  Es que no imagine verte a ti aquí, no , mucho menos tocando de esa manera, no sé qué decirte, lo siento no sé porque pero estoy muy nerviosa ( Julia se acerco suavemente a Sam y tomo su cintura con sus manos, suavemente acerco sus labios a los de la joven, y la beso, la beso apasionadamente, tan apasionadamente y con tanta dulzura que era imposible pensar, Sam solo continuo besándola  y por un minuto si es que no mas su mente dejo de funciona, no pensaba, solo sentía felicidad, sentía que su cuerpo temblaba, sentía que sus manos sudaban, sentía que su corazón se saldría de su cuerpo, y sentía que el de Julia también se saldría.


Julia se acerco al oído de Sam y le dijo: - Pequeña, yo siempre te he amado, desde la primera vez que te vi , desde la primera vez que viniste a esta ciudad, desde esa vez en que me esperabas entre la multitud para conocernos, Samantha la abrazo fuerte y le dijo a julia en el oído: - Julia yo siempre te he amado, solo tú sabes hacer latir mi corazón, quiero que sepas que jamás quise separarme de ti, espero que nunca más te vayas de mi lado, ya que el destino siempre junta nuestros caminos.

                                           Nene

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