Historias Lesbicas originales
domingo, 24 de enero de 2016
Superfl- Ai wo hanatabago
Canción que cantaba Gabriela al ir a dejar a la Universidad a Lisa
Ai wo komete Hanatabago
Vamos a tomarnos una fotografía juntos.
Con este nostálgico escenario.
Con esa misma POSE.
Quiero verte actuar totalmente nuevo,
Mirando hacia el cielo azul
Las nubes fluyen libremente
No son HERMOSAS las cosas,
HERMOSAS por que están muy lejos?
justo como tu prometiste.
Estoy muy contento de que vinieras aquí.
Si este sentimiento creciendo no es amor,
no se lo que es el amor.
Lo acepte incluso aunque
Tu ramo lleno de amor fue tan extravagante.
cosas como la razón,
no pueden ser escuchadas mas.
Justo ahora he olvidado toda precaución,
tomándolo con una cara seria,
Yo no soy tímido
tanto como ayer
hoy me perdí de nuevo
en el camino bifurcado
todo por mi cobardía.
Llorar es mi especialidad
y tu siempre me has confortado desde el principio,
como sigo eligiendo
el camino equivocado
podré alguna vez regresar aquí?
Yendo en círculos, yendo a través del tiempo
hacia el lugar donde estas
mi corazón esta siempre tratando de ir ahí
mas que ideales imposibles
el día en el cual sonreíste
es mucho mas feliz
Violeta, índigo, negro y azul
flama, amarillo, morado, azul cielo
Rosa, verde, amarillo, ceniza, café
Cual color debería darte?
violeta, añil, negro y azul
llama, amarillo, púrpura, azul cielo,
rosa, verde amarillo, fresno, castaño ……
qué color debo dar a usted?
Dando vueltas y vueltas pasando a través del tiempo,
hacia el lugar en el que está
mi corazón siempre trata de regresar a él
como un niño malcriado seré incapaz de decir “gracias”
hasta que llegues aquí otra vez
Lo acepté a pesar que su ramo lleno de amor era tan extravagante,
cosas como la razón
no pueden ser escuchadas más
Justo ahora he olvidado toda precaución,
tomándolo con una cara seria,
mi verdadero yo.
*Créditos traducción en español http://fujimikyouya.tumblr.com
sábado, 23 de enero de 2016
Extraña VI
La Historia de Lisa II
-Queda muy lejos de la universidad- Pregunto aun abrumada Lisa
-No tanto, no te preocupes, no te voy a violar- se rió y su acompañante se sonrojo.
Cómo podía ser que una persona que había conocido hace horas, la había realmente cautivado, pero trato de alejar ese pensamiento y se concentro en el paisaje que le entregaba el viaje en auto, se sintió maravillada, vio grandes álamos, cerezos, el cielo azul fantástico y el sol infiltrándose entre los arboles, hacia de todo el lugar un paraíso.
-Estamos a punto de llegar- y Gabriela apunto a un gran portón que esta a unos 10 metros y Lisa vio un sendero de flores, que demarcaban el camino a la casa de la arquitecto, Lisa se sentía nerviosa, sabia que algo grande iba a suceder hoy, su cuerpo le indicaba eso, estaba ansiosa y extrañamente feliz, le sonrió a Gabriela, por fin entraron a la parcela, que en su placa de decía "Four Leaf Clover" miro al suelo y todo la entrada estaba cubierta con tréboles y algunas flores. ambas bajaron y entraron a la gran casa, Gabriela tomo de la mano y la guió dentro de la casa, le mostró la cocina que por cierto era gigante con muchos implementos de cocina e impecable cada rincón, pasaron por el gigante comedor con muebles algunos antiguos y otros que se notaban recién construidos por Gabriela, la llevo a un taller, donde se encontraban planos, materiales, fierro y maderas, pero todo ordenado, en ningún momento se soltaron de la mano, incluso Gabriela la tomo mejor entrelazando sus manos con la de la futura profesora continuaron el recorrido por la casa hasta llegar al gran patio, que tenía una piscina gigante.
-Que te parece mi humilde morada-
-Pero todo esto es tuyo
-Mis padres dicen que es mía completamente, en el testamento esta estipulado así
-Pero no hay nadie con quien compartas todo esto
-No, soy hija única - se rió un poco- y nadie con quien compartir todo esto...Bueno pero vamos a lo que vinimos, cocinare para la dos, si quieres te quedas acá o me acompañas- Gabriela soltó su mano y entro a la cocina, Lisa la siguió y algo tímida busco la mano de la joven y la volvió a tomar, pero se cuestiono sobre lo que estaba haciendo, así que la soltó bruscamente.-
-Lo siento, yo no quería
-Qué cosa?- sonrió de medio lado
No dijo nada, no se atrevía a decir que no entendía a Gabriela ni a ella misma, es que no le estaba tomando la mano como a una amiga, eso era imposible, no ha pensado en Gabriela como su amiga, la mira de una manera diferente, es que realmente le gusta, le gusta su forma de ser, o lo poco que ha visto, le gusta el toque de sus manos, la sonrisa de medio lado que se forma en ella de manera espontánea.
Veía como Gabriela, comenzaba a sacar cosas de la alacena, de la cocina, y comenzó a cocinar, Lisa, la miraba tratando de descubrir a la arquitecto, descubrir algún gesto que sabia que le encantaría, quería saber, saber todo, su corazón estaba desbocado, toco su pecho y era cierto, latía tan fuerte, pero era una sensación tan cálida.
-¿Qué pasa, te siente mal?- Gabriela, puso su mano en el pecho de Lisa y esta dio un pequeño brinco- -Oh late muy fuerte, ¿te quieres recostar?
-No, no, si estoy bien- respondió
-Bueno, cualquier cosa me dices, el almuerzo no tardara mucho en estar, hice un poco de carne y arroz, la ensalada esta lista, solo esperemos unos minutos más... Dime, que me cuentas de tí, te he visto tantas veces en el campus, pero nunca me he atrevido a hablarte jejeje-
- Oh!- exclamo sonrojada- Por qué no? tengo muy mala cara?-
-No no, es que siempre te ves tan ocupada, pero siempre te vez tan bonita, pienso que no te das ni cuenta de todo lo que te rodea, no te das cuenta de todos lo que te miran cuando pasas por los pasillos, de todos los que con solo mirarte se enamoran de ti- dijo de manera tan tranquila, mirando fijamente a Lisa, mirándola de tal manera que se sintió intimidada, ¿como alguien le podía decir eso sin chistar? Sintió mariposas en su estomago, esto era demasiado, quería huir, quería huir de la sinceridad de Gabriela, de cierta manera la estaba matando y reviviendo a la vez, que era lo que buscaba la arquitecto, que era lo que buscaba ella misma, que era eso que tanto deseaba Lisa en los ojos de una apacible Gabriela, quería sentir sus manos, la calidez que poseía, se estaba enamorando a primer vista o a segunda vista, todo esta era demasiado para ella, para alguien tan joven que en su vida había amado a alguien, tenía 22 años, unos simple años en los que nadie la había mirado a los ojos y escudriñado en su alma.
-Esto es demasiado para mi Gabriela, no puedes decirme todo eso- prácticamente la reprendió
-No estoy diciendo nada malo, solo hablo lo que pienso de ti..- sonó el horno- La carne esta lista, pondré la mesa, me ayudas- sin mas se levanto como si no le importara nada de lo que decía Lisa, Gabriela era una persona extraña. la joven la acompaño, ayudo a poner el mantel, pusieron los vasos y servicio correspondiente, puso jugo natural de arándanos en la mesa y Gabriela sirvió, la carne y el arroz sabia demasiado bien, la ensalada tenia el aderezo perfecto, todo estaba demasiado sabroso, era verdad, la prominente arquitecto tenia un buen sasón.
-Quieres postre? Tengo fruta en conserva, helado de fresas, de chocolate, dime y yo te sirvo lo que quieras-
-La verdad quiero irme a casa- Respondió triste, sentía demasiadas cosas en tan pocas horas y eso la había puesto un poco mal
-Tan pronto... Perdón por monopolizar tu tiempo, tal vez fue un poco brusca..- Dijo con un toque de tristeza-. Te iré a dejar, buscare las llaves, tus cosas están en el comedor, te esperare afuera-
Busco sus cosas, miro el lugar y se sintió triste, es que estaba tan a gusto con Gabriela, pero estaba aterrorizada, ¿que debía hacer y que quería hacer?, salio al ante jardín y ahí estaba Gabriela montada en su auto, con la mirada totalmente diferente, no era fría ni había atisbo de molestia solo no había nada.
-Dame la dirección de tu casa, o quieres que te deje en otro lugar
-No es necesario, puedes dejarme en la universidad.
-Cómo quieras
El camino se volvió algo tedioso y triste, algo doloroso, Gabriela no la miraba, solo cantaba en voz baja una canción que Lisa jamás había escuchado, tarareaba algo en japones, algo que la joven estudiante de pedagogía no entendía ni un poco, pero con esto el ambiente no estaba tan tenso, hasta que poco a poco comenzaron a ver grandes edificios, estaban cerca del campus de la Universidad, eran las 3 de la tarde y el calor se había vuelto insoportable, ya cuando estaban en el campus de educación Gabriela se detuvo.
-¿Está bien por aquí?- Lisa asintió- Espero verte el viernes en mi casa, gracias por almorzar conmigo
-No, no gracias a ti por invitarme a tu casa- Lisa se acerco para despedirse de Gabriela, pero algo fue mas fuerte que ella y de una tan forma natural le dio un casto beso en los labios a la arquitecto, la cual quedo impresionada y trato de tomar por el brazo a Lisa, pero esta huyo del auto y corrió sin rumbo alguno por el campus de educación para esconderse y espero a que Gabriela se fuera, cosa que fue difícil, porque esta ultima aun la buscaba por el campus, pasaron unos largos 10 min hasta que se fue.
-Pensé que esto no tenía fin... Pero que hice!- Sacudió su cabeza negando lo que había hecho y se fue a casa, la que no estaba tan lejos de la universidad, camino de manera lenta, tratando de despejar su mente, llegó a casa, ahí su madre ni la saludo, su padre Luis era un hombre arisco en ocasiones, pero por lo menos se dignaba a ser cariñoso con la joven estudiante y le pregunto si quería almorzar pero Lisa negó y solo se fue a su habitación, miro el reloj, solo eran las 4pm y lo único que tenia que hacer era estudiar y se sintió profundamente sola, triste y atrapada en su propio hogar. Se miro al espejo analizándose, estaba más delgada, aun que esto no le sentaba mal, tenia una sonrisa bonita y eso lo sabia, su cabello era con ondas a veces lo alisaba y su rostro cambiaba cuando hacia eso, era de estatura mediana, generalmente usaba vestidos y le encantaban, pero a pesar de ser tan guapa, era una persona tímida con los demás, no dejaba que las personas la conocieran tanto, siempre desconfiaba de todos, su baja autoestima a veces le jugaba una mala pasada, pero esta baja en su amor propio era a causa de su madre Eugenia De La Cuadra era una mujer egoísta y desagradable, capaz de pasar a llevar a cualquiera que no le cayera bien e incluso a sus propios hijos y eso para Lisa era devastador, por eso todos los hermano de ella, no vivían en la cuidad, la mayoría se había buscado la vida fuera del país, que solo venían a casa en el cumpleaños la estudiante que era la menor de 4 hermanos e incluso preferían ver solos a su hermana y sentirse como una verdadera familia, pero también se detuvo a pensar en que diría su familia si supieran que se estaba enamorando de una chica, de una mujer, algo que sería totalmente anormal y esto le daba miedo, pero le daba más miedo aun darse cuenta de lo que estaba sintiendo.
jueves, 21 de enero de 2016
Extraña V
Eran las 8 am y Lisa estaba despierta, no concilio el sueño en toda la noche, estaba preocupada por Gabriela, preocupada, porque posiblemente la poca relación que quedaba entre ambas se estaba destruyendo, le dolia el pecho, le dolía sentir que una parte de su alma se dividía de tal manera que se sentía rota y absurda. por fin se había dado cuenta de algo que era mas que evidente, no soportaba estar lejos de Gabriela, no podía soportar el hecho de que la joven mirara a otra chica Lisa estaba celosa, quiso dormir un poco, pero no aguanto más, se metió a la ducha, el reloj dio las 9:30, reviso su cartera, tenia todos lo que necesitaba en el y fue por Gabriela, salio en el auto, manejo a toda velocdad y llego a la clínica Almeida, corrio a la habitacion de la joven arquitecto, pero ya no estaba, la habitacion estaba vacía, salio y le pregunto a una enfermera, esta le dijo que se habia ido, una chica vino por ella. Se quedo pasmada, por fin había tomado la decision de hablar con Gabriela, decirle la verdad, contarle la historia completa, ya que nunca podía.
Flash Back
Hace unos 3 años atrás
La Historia de Lisa I
Lunes 10 am mes de diciembre, caminaba rápidamente a la universidad, se habia dormido, habia despertado 2 horas tarde, jamás le sucedia eso, era puntual, siempre como reloj en clases, algunos la tachaban de cerebrito, aun que de cierta manera era verdad, pero gracias a eso mantenía una beca y sus calificaciones eran notables,Lisa estudiaba Pedagogia en Lenguaje estaba ya en ultimo año, a punto de salir, ya había dado clases en un colegio básico y ahi por primera vez se enamoro realmente de la educación... Por fin había llegado a clases, pero no habían clases precisamente, mas bien era una reunión de curso, donde todos se encontraba sentados en el suelo.
-Lisa, llegas tarde! - Hablo uno de sus compañeros, llamado juan
-Lo siento, me dormí- hablo aun con sueño
-Bueno, pero acercate, estamos preparando una fiesta junto con los chicos de Arquitectura- Ahi se acerco, dejando sus cosas en el suelo, acomodandose entre algunos de sus compañeros- Lisa te quiero presentar a Gabriela, es de arquitectura, también esta en último año.
-Hola- y Gabriela se levanto y fue a darle un beso en la mejilla - mucho gusto, soy Gabriela Klimt-
-El gusto es mio- Lisa sonrio nerviosa -Soy Lisa Blanchard y el gusto es mio, respondio un poco timida
- Bueno chicos, entonces será en mi casa la fiesta, no hay problemas, tengo una casa gigante- Le hablo a todos Gabriela.-Recuerden es el viernes y el que guste pueden quedarse hasta la hora que quieran.
-Pero estas segura de eso, no serán muchas persona- pregunto Lisa
-No, hicimos una lista y ahí están todos los asistentes, solo gente de nuestra clase mas 1, yo creo que seremos unas 100 personas en total- respondió alegre a todos los presente- Bueno chicos debo volver a clases, miren que me escape- Miro a Lisa- Chau bonita, no vemos el sábado- y beso nuevamente su mejilla, la siguió con la mirada y pensó para si sobre la personalidad de la recién conocida estudiante de Arquitectura, al parecer era una mujer espontánea y alegre, llena de vitalidad e incluso recordó haberla visto por el campus con un montón de cosas, porta planos y un bolso gigante y se rió de eso, algunos compañeros miraron extrañados a Lisa, al parecer estaba en una nube.
-Hey Lisa, comenzaran las clases- Hablo Juan
-Ah sí, lo siento- Todos volvieron a sus puestos correspondientes, Lisa volvió al mundo real, el profesor llego al salón, pero no dio clases, más bien converso con algunos estudiantes con respecto a a tesis que tendrán que presentar y sobre hacerlo en parejas o en grupos, pero Lisa eligió hacerlo sola, siempre ha trabajado sola y esta vez no es la excepción y así termino la clases.
-Para que me levante tan rápido, me hubiese quedado en casa- habló para si- Tomo sus cosas, salió al campus, había un sol esplendoroso,habían demasiados estudiantes, algunos en las bancas tomando un poco de sol y otros huyendo de este, entre estos, pudo divisar a Gabriela, que al parecer recien salia de clases, iba cargada de planos, la vio refugiarse en un arbol e instintivamente camino hacia ella. Gabriela se dio cuenta de ello y la saludo con la mano y también hizo un ademan invitandola a sentarse con ella, a lo que obedecio de inmendiato.
-Hace tanto calor- hablo Gabriela sentadose en el pasto
-Demasiado... Aun tienes que entregar trabajos?- apunto los planos.
-Ah? no, solo estoy llevandolos a casa, ya los evaluaron y me fue excelente, además estos mismos los quiero presentar a una empresa en la que estoy trabajando, estoy ansiosa porque se levanten estos edificios
-Ya estas trabajando? Qué rápido
-Sí, vivo sola, asi que me busque la vida rapidamente, no puedo esperar a graduarme y tú que me cuentas?- hablo alegre
-Yo- se ponía nerviosa- Nada, es decir, estudio pedagogia y amo la carrera, ya he dado clases, espero dar mis tesis y comenzar a trabajar e irme a vivir sola.
-Oye tienes hambre? Vendrías conmigo a almorzar, cocino bastante bien
Lisa la miro sorprendida, se habian conocido hoy, con suerte hablaron un poco y la arquitecto ya la estaba invitado a su casa.
-Tus padres no diran nada?-
-Ah ellos no estan en el país, estoy sola hasta no sé cuando y creeme en ocasiones extraño la compañia de la gente o tener a mis amigos cerca...Siento ser tan sincera, no puedo evitarlo - y se rio un poco e incluso sonrojandose...-Pero aceptas mi invitación?
-Oh claro! la verdad no tengo nada más que hacer- Mentía subitamente, tenía mucho que hacer, ir donde su abuela a hacerle compañía, buscar material y leer mucho para su tesis, pero ahí estaba, siendo arrastrada por la curiosidad, siendo llevada por alguien que despertó algo en ella, se sentía atraída por Gabriela, por su carisma.
-Genial, esperame aquí ire por mi auto, te dejo mis cosas aquí, cuidalas, no te vayas-
Luego de unos minutos aparecio con un mini cooper color cereza en el venia gabriela, esta bajo del auto y cordialmente abrio la puerta de su acompañante y coloco todas las cosas y bolsos en el asiento trasero. Lisa queria preguntarle cosas, por ejemplo su amabilidad, saber mas de ella.
-Siempre te veo en el campus, siento que te conozco de toda la vida, - se rio un poco y Lisa se sintió abrumada. Justo en ese instante de golpe recordo la historia sobre el hilo rojo del destino, esa historia que habla sobre esa persona que esta conectada con nosotras sin importar el tiempo ni las circunstacias, que es nuestro real destino y que ese hilo jamás se cortaría y que esa persona es nuestra alma gemela.
Continuara
Flash Back
Hace unos 3 años atrás
La Historia de Lisa I
Lunes 10 am mes de diciembre, caminaba rápidamente a la universidad, se habia dormido, habia despertado 2 horas tarde, jamás le sucedia eso, era puntual, siempre como reloj en clases, algunos la tachaban de cerebrito, aun que de cierta manera era verdad, pero gracias a eso mantenía una beca y sus calificaciones eran notables,Lisa estudiaba Pedagogia en Lenguaje estaba ya en ultimo año, a punto de salir, ya había dado clases en un colegio básico y ahi por primera vez se enamoro realmente de la educación... Por fin había llegado a clases, pero no habían clases precisamente, mas bien era una reunión de curso, donde todos se encontraba sentados en el suelo.
-Lisa, llegas tarde! - Hablo uno de sus compañeros, llamado juan
-Lo siento, me dormí- hablo aun con sueño
-Bueno, pero acercate, estamos preparando una fiesta junto con los chicos de Arquitectura- Ahi se acerco, dejando sus cosas en el suelo, acomodandose entre algunos de sus compañeros- Lisa te quiero presentar a Gabriela, es de arquitectura, también esta en último año.
-Hola- y Gabriela se levanto y fue a darle un beso en la mejilla - mucho gusto, soy Gabriela Klimt-
-El gusto es mio- Lisa sonrio nerviosa -Soy Lisa Blanchard y el gusto es mio, respondio un poco timida
- Bueno chicos, entonces será en mi casa la fiesta, no hay problemas, tengo una casa gigante- Le hablo a todos Gabriela.-Recuerden es el viernes y el que guste pueden quedarse hasta la hora que quieran.
-Pero estas segura de eso, no serán muchas persona- pregunto Lisa
-No, hicimos una lista y ahí están todos los asistentes, solo gente de nuestra clase mas 1, yo creo que seremos unas 100 personas en total- respondió alegre a todos los presente- Bueno chicos debo volver a clases, miren que me escape- Miro a Lisa- Chau bonita, no vemos el sábado- y beso nuevamente su mejilla, la siguió con la mirada y pensó para si sobre la personalidad de la recién conocida estudiante de Arquitectura, al parecer era una mujer espontánea y alegre, llena de vitalidad e incluso recordó haberla visto por el campus con un montón de cosas, porta planos y un bolso gigante y se rió de eso, algunos compañeros miraron extrañados a Lisa, al parecer estaba en una nube.
-Hey Lisa, comenzaran las clases- Hablo Juan
-Ah sí, lo siento- Todos volvieron a sus puestos correspondientes, Lisa volvió al mundo real, el profesor llego al salón, pero no dio clases, más bien converso con algunos estudiantes con respecto a a tesis que tendrán que presentar y sobre hacerlo en parejas o en grupos, pero Lisa eligió hacerlo sola, siempre ha trabajado sola y esta vez no es la excepción y así termino la clases.
-Para que me levante tan rápido, me hubiese quedado en casa- habló para si- Tomo sus cosas, salió al campus, había un sol esplendoroso,habían demasiados estudiantes, algunos en las bancas tomando un poco de sol y otros huyendo de este, entre estos, pudo divisar a Gabriela, que al parecer recien salia de clases, iba cargada de planos, la vio refugiarse en un arbol e instintivamente camino hacia ella. Gabriela se dio cuenta de ello y la saludo con la mano y también hizo un ademan invitandola a sentarse con ella, a lo que obedecio de inmendiato.
-Hace tanto calor- hablo Gabriela sentadose en el pasto
-Demasiado... Aun tienes que entregar trabajos?- apunto los planos.
-Ah? no, solo estoy llevandolos a casa, ya los evaluaron y me fue excelente, además estos mismos los quiero presentar a una empresa en la que estoy trabajando, estoy ansiosa porque se levanten estos edificios
-Ya estas trabajando? Qué rápido
-Sí, vivo sola, asi que me busque la vida rapidamente, no puedo esperar a graduarme y tú que me cuentas?- hablo alegre
-Yo- se ponía nerviosa- Nada, es decir, estudio pedagogia y amo la carrera, ya he dado clases, espero dar mis tesis y comenzar a trabajar e irme a vivir sola.
-Oye tienes hambre? Vendrías conmigo a almorzar, cocino bastante bien
Lisa la miro sorprendida, se habian conocido hoy, con suerte hablaron un poco y la arquitecto ya la estaba invitado a su casa.
-Tus padres no diran nada?-
-Ah ellos no estan en el país, estoy sola hasta no sé cuando y creeme en ocasiones extraño la compañia de la gente o tener a mis amigos cerca...Siento ser tan sincera, no puedo evitarlo - y se rio un poco e incluso sonrojandose...-Pero aceptas mi invitación?
-Oh claro! la verdad no tengo nada más que hacer- Mentía subitamente, tenía mucho que hacer, ir donde su abuela a hacerle compañía, buscar material y leer mucho para su tesis, pero ahí estaba, siendo arrastrada por la curiosidad, siendo llevada por alguien que despertó algo en ella, se sentía atraída por Gabriela, por su carisma.
-Genial, esperame aquí ire por mi auto, te dejo mis cosas aquí, cuidalas, no te vayas-
Luego de unos minutos aparecio con un mini cooper color cereza en el venia gabriela, esta bajo del auto y cordialmente abrio la puerta de su acompañante y coloco todas las cosas y bolsos en el asiento trasero. Lisa queria preguntarle cosas, por ejemplo su amabilidad, saber mas de ella.
-Siempre te veo en el campus, siento que te conozco de toda la vida, - se rio un poco y Lisa se sintió abrumada. Justo en ese instante de golpe recordo la historia sobre el hilo rojo del destino, esa historia que habla sobre esa persona que esta conectada con nosotras sin importar el tiempo ni las circunstacias, que es nuestro real destino y que ese hilo jamás se cortaría y que esa persona es nuestra alma gemela.
Continuara
Destino
Destino

El que al parecer seria un día de esos comunes, con toda su
normalidad, resulto ser un día de aquellos que deseas que no lleguen, Samantha
no había tenido uno de sus mejores días en la academia de literatura, su
maestra le encomendó escribir una historia romántica, lo cual para Sam como la
llamaban sus conocidos resultaba nada menos que caótico, ella solía escribir
historias de ficción y de terror , de esas con personajes que te dan
escalofríos con solo leer dos líneas, pero su maestra la famosísima Julia
Moscato una hermosa mujer alta y esbelta, de cabellos negros , ondulados y ojos
color miel se esmeraba en pedir a Sam una historia romántica, cargada de amor y
fantasías, en la clase del día de hoy le dio como tarea a la muchacha que en su
estudio recordara sus historias de amor, lo cual para Sam resultaba un fastidio
ya que nunca hablaba sobre esas cosas , mucho menos con Julia.
Al llegar la noche
Samantha, una mujer de 26 años, de estatura mediana, cabello largo y cobrizo,
se encontraba ya instalada en su estudio, el cual habitualmente se encontraba
hecho un desastre, tomo una copa de espumante y con la botella al lado se puso
a pensar. Pensó en un amor que tuvo a eso de los 17 o 18 años, un amor que
hacía lo posible por no recordar, ya que había quedado con el corazón destrozado
al romper esa relación. Pero que mas
daba, tenía que terminar su tarea para la mañana siguiente, ya que de esto dependía
que aprobara su curso de literatura.
De un momento a otro lo único que se escuchaba en su
departamento era el sonido de las teclas de su PC.
“… Recuerdo un amor, de esos que te ponen los pelos de
punta, de esos que te hacen temblar, aun más que las escenas de terror de la
película de moda, un amor de esos que jamás te dejan, que jamás se van ni se
apartan de tu pecho. Fue una mañana o una tarde, ya no lo recuerdo, pero sé que
el día estaba hermoso, el sol radiante iluminaba los rostros de todas la
personas que circulaban por el centro de la ciudad, Celeste estaba un poco
perdida, no sabía bien cuál era el lugar que habían acordado con la muchacha
que conocería, pero sin más preguntaba a las personas que pasaban por la
estación de tren, era una nueva ciudad y una nueva experiencia.
Fue en ese momento cuando Celeste se encontró sola entre la
multitud esperando, cuando a lo lejos pudo ver la mujer más bella que jamás
imagino, solo la había visto por fotos y realmente en persona se veía aun mas
hermosa, se acercaba paso a paso a ella nada menos que Amy, la bella mujer que
conoció por las redes sociales, con la cual llevaban ya unos meses entablando
largas conversaciones todos los días, en momentos pasaban horas hablando de sus
vidas y compartiendo experiencias. Celeste sentía que sus manos temblaban que
su cuerpo estaba temblando, fue cundo se acerco Amy y con una sonrisa solo
dijo: Hola, Celeste, es un gusto poder al fin conocerte.
Celeste entre temblores, mariposas y escalofríos se acerco y
saludo a Amy con un beso en la mejilla, sintió como la mejilla suave de Amy se
iluminaba con un tono rosa.
Ambas muchachas se miraron y se tomaron de las manos, y de
ese modo se dispusieron a caminar por entre a gente…. “
Sonaba a lo lejos el despertador del celular. Fue entonces
cuando Sam de un salto salió de la cama, se metió a la ducha, lavo su largo
cabello, lavo su cuerpo, rápidamente se seco y se puso un lindo vestido de color
damasco con unos tacos color negro que hacían juego con su cartera. Rápidamente
tomo los papeles que se encontraban sobre la impresora, era un alto de unas 20
hojas, no podía creer que había terminado su historia de amor.
Cuando estaba en el auto, no podía dejar de pensar en que
finalmente logro terminar su historia de amor, claro, con algunos cambios y con
un final de sueños, no con el final que tuvo en su vida, ya que Sam era una
mujer más bien solitaria y sin pareja, ya que le costaba un poco abrir su
corazón, detalle que su maestra conocía muy bien, ya que siempre insistía en
que abriera su corazón y expresara su verdadero ser, “verdadero ser” que es eso
reclamaba Sam a medida que conducía su auto, ya quedaban solo algunas cuadras
para poder llegar al centro de literatura.
Rápidamente Sam abrió las puertas del alto edificio en el cual
se encontraba la escuela de literatura, corrió a la sala, y ahí se encontraba
nada menos que su Maestra, de piernas cruzadas en su escritorio, Julia giro,
miro a Sam y extendió su mano para que le entregara la historia, simplemente no
dijo nada.
Julia comenzó a leer, y una lágrima recorrió su mejilla. No
dijo ninguna palabra hasta cerrar el texto.
Julia: - Samantha, no puedo creer que tan bellas palabras,
que tanto sentimiento y emoción emanen de tu ser, es maravilloso, no sé qué
decirte. (Julia miraba a Sam detenidamente, guardo silencio unos segundos y
dijo) Aprobado, con esto das fin a esta etapa. Aprobado el curso.
Samantha se acerco a Julia y la abrazo con todas sus fuerzas
y le dijo suavemente al oído: -Muchas gracias, de no ser por ti mi corazón no latería
como lo hace hoy.
Ya eran un poco más de las 9 de la noche, Samantha se estaba
arreglando para asistir a un concierto al cual la habían invitado unos amigos. Nada
menos que a un concierto de música clásica, en el cual se presentaría una
famosa artista como le habían dicho sus amigos.
Cuando iba en el taxi, sentía un nerviosismo extraño, de
esos que se sienten cuando algo pasara, pero Sam no tomo atención a esa sensación,
se bajo del taxi, iba con un vestido negro y largo, con un tajo que llegaba
hasta su cadera derecha, su cabello lo llevaba suelto, con ondas, y sus labios de color rojo. Al entrar
al local vio a lo lejos a sus amigos que la esperaban en la mejor mesa, ya que tenía
la mejor vista al escenario, compartieron unos tragos, Samantha solía tomar
espumante solo o con frambuesas, en cambio sus amigos ya llevaban unos cuantos whisky.
Carlos, insistía en
preguntar a Sam si estaba saliendo con alguien, a lo que ella respondía que aun
no encontraba a la mujer indicada, entre
risas y palabras, un silencio se apodero de todo el recinto, fue en ese momento
que el escenario se ilumino y ahí estaba la famosa artista con su Violoncello ,
Samantha estaba un poco distraída, pero en ese momento comenzó la música y su
cuerpo temblaba, sentía un escalofrió tan grande que no podía controlar, se dio
vuelta y al mirar al escenario, no era nada menos que Julia, su maestra la que
estaba frente a sus ojos, vestía de negro,
con un pantalón ajustado y una blusa , sus manos se movían como bailarinas al
compas de la música que proyectaba , Samantha no dejaba de pensar (como es
posible, Julia, mi maestra, esa música, que me sucede), a medida que pensaba no
podía despegar sus ojos de Julia, es que se veía tan distinta, tan sensual, la
joven no se dio cuenta y de pronto los ojos de Julia estaban sobre ella , y en
los labios de ambas se dibujaba una sonrisa.
El concierto continúo
algo así como 1 hora, fue en ese momento que Julia, si nada menos que Julia
Moscato, bajo del escenario y no por la escalera trasera, si no por una pequeña
escalera que se dirigía hacia el lugar en el que estaba Samantha y sus amigos,
se acerco a la mesa y susurrando en el oído de Sam le dijo: - Me das un minuto, quisiera poder hablarte.
Sam se paro sin pensarlo dos veces, y juntas caminaron a la
barra.
Julia: - Samantha, estas muy linda, no esperaba verte por aquí
(decía Julia y a la vez sonreía)
Samantha : - Es que
no imagine verte a ti aquí, no , mucho menos tocando de esa manera, no sé qué
decirte, lo siento no sé porque pero estoy muy nerviosa ( Julia se acerco
suavemente a Sam y tomo su cintura con sus manos, suavemente acerco sus labios
a los de la joven, y la beso, la beso apasionadamente, tan apasionadamente y
con tanta dulzura que era imposible pensar, Sam solo continuo besándola y por un minuto si es que no mas su mente dejo
de funciona, no pensaba, solo sentía felicidad, sentía que su cuerpo temblaba, sentía
que sus manos sudaban, sentía que su corazón se saldría de su cuerpo, y sentía que
el de Julia también se saldría.
Julia se acerco al oído de Sam y le dijo: - Pequeña, yo
siempre te he amado, desde la primera vez que te vi , desde la primera vez que
viniste a esta ciudad, desde esa vez en que me esperabas entre la multitud para
conocernos, Samantha la abrazo fuerte y le dijo a julia en el oído: - Julia yo
siempre te he amado, solo tú sabes hacer latir mi corazón, quiero que sepas que
jamás quise separarme de ti, espero que nunca más te vayas de mi lado, ya que
el destino siempre junta nuestros caminos.

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