sábado, 22 de octubre de 2011

Crees en los milagros?? Parte2

La noche se había repletado de suspiros, de abrazos, de besos apasionados y sorpresivos... La esgrimista yacía en desnudez abrazada a la cintura de su joven y hermosa amante, despertó súbitamente y se encontró con los ojos de Charlotte observándola tiernamente.

-Buenas noches mi príncipe-
-Buenas noches mi princesa- Sonrió la esgrimista y la pelinegra le beso la frente.

Todo estaba bien, ambas jóvenes tenían el mundo en sus manos, Juri jamás había experimentado una sensación igual, la cual era la tan llamada "tranquilidad"; su cuerpo, su mente, todo estaba liberado, ya no había caos, Charlotte había disipado todo, el tormento de la vida de Juri, ese caos que tenía nombre de mujer "Shiori", ¿por qué seguía sujeta a un recuerdo?, uno doloroso, un tortuoso amor... Pero estaba consiente de que aun amaba a la joven de cabellos amatistas, pero sabia que ya no era necesario tenerla cerca, no sentía la necesidad de verla, no en esos momentos por lo menos
 Charlotte le acariciaba el cabello, pasaba sus manos por el esbelto cuerpo de la esgrimista y sonreía satisfecha, Juri le hacia sentir tan bien, por fin habían hecho el amor, Giordano no aguantaba mas, su amor por ella era tan sincero y pasional, pero también sabia que la joven de cabellos naranjas ocultaba algo, intuía que su corazón estaba lleno de heridas, que ese orgullo no era mas que un escudo, su fortaleza, su castillo, sabia también que Arisugawa era una excelente esgrimista lo había presenciado, la primera vez que la vio por el campus supo que era una mujer fuerte, brillante y extremadamente solitaria, y ¿por qué no?, una mujer triste, pero se sintió atraída por esa postura altiva, de cierta manera era una admiradora de la joven, pero mas allá de eso, quería estar cerca de ella, quería saber de sus problemas, de su vida, quería y necesitaba tocar su corazón, y cuando la vio mover su espada en una competencia, no lo dudo mas, se acerco a la joven, sin tapujos y sin miedos e hizo lo posible por estar cerca de ella y de cierta manera Juri la aceptaba, cuando los rumores comenzaron, Charlotte se sintió triste y avergonzada, no asediaba a la joven, solo quería estar cerca de ella, pero al parecer Juri se dio cuenta de esto, y paro en seco los rumores, esto lo hizo en una practica de esgrima, en el gimnasio en donde no solo se reúnen los esgrimistas si no todos los atletas de la universidad, en ese momento vio como Juri se quitaba la careta propia del vestuario de esgrima, alzaba la voz y su espada a todos los estudiantes presentes y decía, cito textualmente -" Charlotte Giordano me agrada... Les guste o no" luego de esas palabras todos entendieron que Charlotte era intocable, a nadie le agradaría tener como enemiga a Arisugawa, así muchos pretendientes de la joven se dieron por vencidos y comprendieron que de cierta manera estaban destinadas a estar juntas.

Estuvieron horas recostadas en la cama, solo con una sabana que disimulaba la desnudez de ambas, hasta que el móvil de Juri sonó, contesto aun que Charlotte se opuso poniendo cara de pocos amigos, pero lo hizo igual, la llamada era para decirle que necesitaban de ella temprano en la mañana de manera urgente, debería presentarse en la oficina del rector y claro la esgrimista pregunto el porque de la razón pero no adujeron nada, solo se solicitaba su presencia, cosa que de cierta manera la desconcertó y analizo, tal vez sus calificaciones no eran las esperadas, tal vez había algo malo en su técnica, o incluso podría ser que no tenía lo necesario para seguir en el equipo, pero todo esas divagaciones eran de uno u otro modo absurdas o tal vez en última instancia era sobre la relación que tenía con la joven Giordano, pero eso era su problema no de la universidad y si llegaba a ser así, no dejaría que pasaran a llevar a la prodigio que ahora era su amante.
-¿Asunto universitario?- pregunto Charlotte levantando una ceja
-Si, me están llamando a rectoría, quien sabe para que cosa-
-No te aflijas, no creo que sea algo serio, todos saben que eres intocable mi príncipe, sin ti el prestigio de la Universidad quedaría reducido a nada.
-Charlotte no creo que sea tanto a si, pero veremos como se desarrolla todo esto, aun así hay algo que me preocupa pero no se realmente que es
-Ven... Nada va a pasar- seguida de estas palabras hizo que se apoyara en su pecho y Juri sintió una inmensa tranquilidad, sentía como la sinfonía del palpitar del corazón de su amante la guiaba a los brazos de caprichoso Morfeo, que en esta ocasión le regalo un calmado y relajante sueño, pudo percibir como Charlotte la acomodaba en la cama y ahora ella se apoyaba en el pecho de la esgrimista mientras la abrazaba.

Los tenues rayos del sol se filtraban por las cortinas, las jóvenes seguían durmiendo abrazadas y poco a poco la pelinegra despertó y obsequio un beso en los labios a la bella durmiente.

-Despierta- susurro
-Lo sé, estoy despierta hace unas horas
-Entonces porque no te levantaste...
-Estaba cómoda junto a ti
-Tonta... Vamos que debes estar en la rectoría en unas horas
-Lo sé...

Dicho esto, las jóvenes se levantaron y al paso de unos minutos  Charlotte también recibía una llamada de rectoría, aludiendo a que la necesitaban, ahora si todo era extraño, temió de cierta manera que su relación con la esgrimista traería problemas, pero sabia de ante mano que nadie podía entrometerse mas aun si Charlotte era una estudiante prodigio, con excelentes notas, e incluso investigaciones de gran prestigio a pesar de su juventud aun que era mayor que la esgrimista, mientras Juri contaba con 19 años, Giordano tenia 21 y cursaba 3er año de ciencias políticas, mientras que la pelinaranja cursaba 2do año de derecho, pero Giordano se veía mas joven que la esgrimista y quizás por esa razón se entendía que esta ultima la protegía, pasada unas horas se fueron a la universidad. Algo nerviosas por un llamado un tanto extraño, caminaban muy pegadas, hasta que la pelinegra tomo de la mano a la esgrimista a lo que esta se sorprendió, miro a su acompañante y entendió que esta era la muestra de amor necesaria para que la joven se sintiera en paz con ella, y aquí otro punto en contra de la joven de mirada amatista, Shiori jamás hubiese dejado que el instituto se enterara que tenían algo mas allá de la amistad y por ello Juri se sentía pasada a llevar, su orgullo era pisoteado simplemente por una absurda condición, pero aun así la seguía. Ahora no habían tapujos, ni reacciones extrañas, ahora era libre y Charlotte lo había logrado.

Ya en rectoría, pasaron unos minutos y apareció el rector con una sonrisa bastante afable.

-Las he traído aquí porque sé que ambas tienen una muy buena relación, además tienen unas calificaciones excelente, señorita Arisugawa su desempeño en la esgrima es fabuloso y que decir de sus ponencias, todo la institución se ha maravillado con ello... Y Ud. señorita Giordano siempre hace aportes con sus investigaciones, se que gracias a ello nuestra universidad goza de un prestigio enorme... Bueno dejare los halagos a un lado y les contare el motivo de mi llamado, primero que nada, tendremos un nuevo estudiante, además proviene del mismo instituto del cual salió la Señorita Arisugawa y también es esgrimista-
Juri sonrió para si, puesto que tal vez se trataba de su amigo y discípulo Miki Kaoru, seria estupendo tener al chico de cabello celeste con ella, el rector siguió hablando- Además viene a estudiar Ciencias políticas por ello la llame a Ud. señorita Giordano, por lo cual le pido a ambas que guíen a este estudiante, la traeré.- Dicho esto el rector se retiro, las chicas se miraron y sonrieron cómplices.

-Ahora seremos niñeras- dijo Charlotte
-Tal vez... Pero me extraña que alguien de Ohtori llegue acá, según tenía entendido nadie del instituto estaba interesado en esta universidad o en la esgrima como yo.
-Tal vez tu talento te preceda Juri... quizás es un admirador- y sonrió burlonamente.

Desde dentro de la rectoría se podían escuchar las risas provenientes de afuera, era la del rector y alguien mas que al parecer era una chica, así que ambas jóvenes se pusieron de pie, entro el rector y justo detrás de el una chica de largos cabellos amatista oscuro, con un sombrero y gafas de sol, Juri la miro un poco desconcertada, la joven sonrió para luego sacarse las gafas y el sombrero, lo que vio la esgrimista era la peor pesadilla del mundo, pestañeo varias veces e incluso se restregó los ojos a lo que Charlotte la miro preocupada, pero la pelinaranja se calmo.

-Les presento a la señorita Shiori Takatsuki- Hablo el rector con una particular sonrisa
-Mucho gusto, soy Charlotte Giordano- hablo la joven y le tendió la mano a Shiori
-El gusto es mío- Sonrió la joven amatista.- Mucho gusto señorita Arisugawa- y se inclino un poco como muestra de respeto, Juri sonrió firmemente y opto por esa posición altiva que siempre le destacaba e incluso la miro con sorna, esta vez no caería en sus juegos.
-Bueno señorita Takatsuki, la joven Giordano y la joven Arisugawa serán sus guías por algunas semanas... Dicho así las dejo para que Ud. conozca nuestro campus... Pueden retirarse- así las tres salieron.


(Takatsuki Shiori & Arisugawa Juri)

Charlotte tomo de la mano a Juri, le sonrió amablemente y el semblante de ésta ultima cambio visiblemente, pero su tranquilidad se estaba esfumando, Shiori por su parte, miraba a las chicas seriamente.
-Son novias?- pregunto la cínica chica con un tono inocentón
-Eh...- Balbuceo Charlotte
-Si, desde ayer- Reafirmo la esgrimista y paso su brazo por la cintura de su recién reconocida novia
-Juri...Gracias-
-No hay nada que agradecer.- sonrió sinceramente... Como no hacerlo si adoraba a la pelinegra y no quería defraudarla ni tampoco abandonarla, esta era su oportunidad de hacer una vida como ella quería, solo había un inconveniente ya no luchaba con el recuerdo de Shiori, si no que ahora estaba ahí de cuerpo presente.
-Quieres desayunar- hablo la amable Charlotte
-Claro- respondió Shiori
 Fueron a la cafetería de la universidad, Shiori se las ingenio para quedarse a solas con Juri con la excusa de que quería conocer las instalaciones del gimnasio antes de desayunar, así Charlotte dejo que fueran solas, puesto que la esgrimista conocía cada rincón del gran lugar.
-Que quieres Shiori?- hablo de manera inquisitiva
-Nada, quería conocer el gimnasio donde tantas veces has practicado...- Dicho esto, arrincono a la chica, las ágiles manos de la joven amatista buscaron el pendiente con su fotografía...- No lo traes- hablo decepcionada
-Shiori quien te crees que eres?- La aparto bruscamente
-La mujer que tu amas?- respondió seductoramente
-Olvídate de eso... Ya no estamos en Ohtori... Tu quedaste en mi pasado, así que por favor si vienes a fastidiarme la vida, olvídalo.

Esas palabras le destrozaron la sonrisa a Shiori, ¿cómo la esgrimista había cambiado tanto?, no lo entendía, años atrás la joven esgrimista era su marioneta, en donde todo lo que decía ella era una ley y en donde disfrutaba ver humillada a Arisugawa... Pero en el fondo sabía que siempre estuvo mal su actuar, que Juri nunca se lo merecía, pero a pesar de amarla tanto, odiaba que detrás de esa fortaleza llamada orgullo escondiera un pasional amor... Había llegado a la universidad donde se encontraba Juri, para disculparse, para decirle que sí, que la amaba y que jamás fue un juego, que adoraba como la trataba, la esgrimista era el príncipe del campus, pero también era el suyo... A la mente de Shiori vinieron esos hermosos recuerdos cuando eran pequeñas, cuando jugaban juntas, Juri siempre la protegía de todo y ahora ¿qué había?, nada absolutamente nada, simplemente porque la envidia y la vanidad eran más grandes que ella.

-Shiori, solo te pido que te alejes lo más posible de Charlotte y de mi, porque envenenas todo- Dicho esto salió del gimnasio y trato de recuperar la compostura, volvió con la pelinegra que al verla la miro extrañada.
-Juri tienes un rasguño en el cuello... Que paso con Takatsuki?
-Nada, me pase a llevar con una rama y deje a Takatsuki en el gimnasio, dijo que quería estar sola- mentía, le mentía a su adorada Charlotte
-¿Ustedes se conocen?- pregunto algo desconfiada
-No
-Me parece una joven agradable, además de guapa- cambio su semblante al escuchar la respuesta de su amada
Juri guardo silencio y la miro frunciendo el ceño haciendo un sonido de disgusto


-Si tu lo dice- Pero era verdad, Shiori se había vuelto una mujer guapa, dejando crecer su cabello que ahora caía en suaves ondas por sus hombros, su figura estaba igual, fina delicada, sin embargo ésta vez no parecía una chica feliz, si no que opacada, triste y de cierta manera Juri sintió lastima, a pesar de su belleza algo había cambiado y aun que quisiera averiguarlo no era su trabajo, ya no era su príncipe, ahora era el de Charlotte, por lo tanto ya no había pendiente ni nada, solo un rasguño en su cuello, que se lo hizo cuando Shiori trato de encontrar el pendiente en su cuerpo.


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CONTINUARA...

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