Shiori paseaba por el campus de la universidad y divagaba o mejor dicho recordaba una vez mas los últimos momentos con su príncipe (Juri), la última vez que la vio en Ohtori...
Hace 3 años atrás...
Estaba prohibido salir de los dormitorios después de las 9pm, pero Shiori siempre lo hacía, se escabullía o le ponía sonrisas bonitas a quien correspondía para que la dejara pasar, le encantaba pasear de noche por Ohtori, solo silencio, no habían rumores, no habían ojos vigilándola, no habían chicos tratando de seducirla y ella por fin podía ser quien realmente era y podía ir tras Juri sin que nadie le dijera nada.
Camino cerca del gimnasio y escucho un ruido bastante conocido desde dentro del establecimiento, la puerta estaba entreabierta, así que se coló por la oscuridad del lugar, ahí se encontraba la esgrimista, vestida con su atuendo de entrenamiento, practicando una nueva técnica al parecer, la luz de la luna que pasaba por los grandes ventanales hacia brillar a su príncipe, se quedo ahí, mirándola, embelesada por la belleza de la escena y se preguntaba como esa mujer la había cautivado tanto, Shiori tenía un montón de pretendientes desde que había vuelto a Ohtori, pero eso no era nada, había regresado al instituto para hablarle a la joven pelinaranja, pero se enfrento con una realidad tan diferente, su querida amiga había cambiado tal como ahora, su frialdad era tan imponente, una indiferencia que la hacia ver altiva, noble, casi de porte aristócrata, pero quizás eso la atrajo mas aún, ya no había dulzura, ahora su amiga vestía un uniforme que la distinguía, el uniforme que la dictaba como un miembro de élite, es decir del consejo estudiantil y además de eso también era la capitana del club de esgrima, que mas que un club era ya un equipo a nivel regional muy conocido, todo esas cosas la habían hecho querer estar cerca de la esgrimista, pero de otra manera, no como amigas si no como amantes... Ahora mientras la observaba, mientras veía como resplandecía, se retiro y espero afuera pasaron las horas y salió, vistiendo el atuendo del consejo de estudiantes.
-Arisugawa... Juri- susurro y la esgrimista se dio vuelta para mirarla fijamente a los ojos.
-Shiori... ¿Qué haces afuera a estas horas?
-Quería verte
-¿Por qué?- suspiro la pelinaranja
- Quiero estar contigo
-No... Shiori entiende ya no quiero mas juegos, si te gusto, si me amas o que se yo, dímelo, pero basta de juegos, estoy cansada
-Yo...
-Tu nada, te fuiste de Ohtori, supuestamente me quitaste al chico que quería... Vuelves tratas de acercarte, pero me quitaste algo que jamás me importo, Shiori... tu eras la que me importaba, nadie más que tu
-¿Te importaba?... ¿Es que acaso ya no es así?
-No, ya no... Me iré
-¿Donde?... ¿Por qué ahora?- hablo desesperadamente..
-Eso no importa... Pero me alejaste de ti Shiori, con tus desprecios; con tus palabras, con tu mirada, con esa maldita actitud.
Los ojos de la amatista se nublaban, su príncipe la estaba rechazando, por primera vez la dejaba a un lado, con el corazón hecho trizas, abrazo a la esgrimista, siendo correspondida y en un último intento Shiori la beso de manera intensa a pesar de que sus lágrimas ya se desbordaban, Juri se dejo hacer, se separaron por unos segundos, tomo de la mano a su príncipe guiándola a su morada, a los dormitorios comunes. Shiori estaba siendo presa de su desesperación de querer llevarse aun que sea un trozo de la esgrimista, por fin entendía que no todo era para siempre y que su milagro estaba siendo derrumbado porque ella misma lo quiso así, una vez tuvo a Juri en sus manos, pero esto jamás se repetiría.
-No puedo... No quiero que esto acabe así, Shiori ya no creo en ti- dicho esto, Juri le beso la frente y se marcho del lugar, dejándola sola.
-¡Pero yo te amo!- le grito
-No te creo- respondió sin voltear
Presente...
Y ahora...ahora que había pasado tres años desde ese ultimo encuentro, se veía solitaria nuevamente y peor aun, su adorada esgrimista tenía novia, además había notado el cambio de actitud, el semblante de Juri no era uno sometido, todo lo contrario, tal vez eso era porque encontró alguien que la hacia reflexionar, alguien que tal vez la amaba de verdad y que no jugaría con ella... Pero intuía que la seguía queriendo, lo vio en sus ojos cuando se volvieron a ver en rectoría... Luego de tanto divagar volvió a la realidad, ahora solo podía estudiar y acercarse a Juri por medio de la esgrima, por ese arte que hace relucir de manera extraordinaria su esbelto cuerpo...
Siguió su paso por el extenso campus y vio un gran y frondoso árbol, se sintió atraída, camino hacia a el, lo que vio le pareció maravilloso, la joven esgrimista estaba descansando ahí, bajo la sombra que le brindaba este, se veía tan tranquila, con el cabello alborotado, dormía boca arriba, con las manos en su vientre y la camisa un poco abierta, pero algo le llamo profundamente la atención, algo brillaba en una de sus manos, se acerco despacio y lo vio, ahí estaba el bendito pendiente, tal y como lo recordaba, de un dorado y un brillo exquisito, ahora estaba más que segura, la esgrimista aún la amaba. Se sentó a su lado y le acaricio la frente de manera delicada.
-mmm Shiori- suspiro Juri
Era posible que la esgrimista la hubiera descubierto o ¿solo hablaba dormida?, rió por lo bajo y deposito un casto beso en los labios de su amado príncipe
______________________________________________________________
CONTINUARA...
No hay comentarios:
Publicar un comentario