miércoles, 2 de mayo de 2012

Un Pincel & Un Microfono 2


Capítulo 2


   El sonido de la cerradura abriendo me despertó de aquellos pensamientos, seguí sentada en el jardín recibiendo los cálidos rayos del sol… Sentí unos brazos rodeándome y unos labios en mi mejilla.
-Te veías tan tranquila- Suspiro – Es raro… Pero, te extrañe demasiado a pesar de solo estar unas horas afuera- frunció el ceño en señal de molestia y prosiguió- A veces no sé porque razón, me gustaría quedarme todo el día contigo, sin tener que salir, sin tener que dar trazo alguno en un lienzo, solo cerrar la puerta y quedarme- Aun tenía el ceño fruncido, su expresión en si era casi de dolor. Mis labios permanecieron sellados, ¿que debía decirle?, es primera vez que Camille dice cosas así, hasta el momento sus actitudes siempre han sido despreocupadas pero hoy, su tono de voz suena muy afligido…Me observo por unos segundos mas esperando una respuesta y luego se fue a su habitación, una vez más me quede pensando, al parecer las cosas se estaban complicando, no quiero que Camille este atada a mi, ni siquiera quiero que Isabella lo haga, estoy bien así, libre, aun que este mismo hecho a veces me hostigue de sobre manera…Analice un segundo más la situación y me levante, camine casi de manera dubitativa a la habitación de Camille, estuve a punto de mover la manilla de la puerta y el timbre interrumpió mi acción, sonó una y otra vez de manera imprudente, hasta que me canse, fui a abrir la puerta y lo que paso a continuación me dejo en shock

-¿Por qué no contestabas mis llamadas?… Estaba demasiado preocupada- luego de estas palabra me abrazo
-Isabella, ¿Qué…qué haces aquí?- mis voz sonaba asombrada
-Al parecer no te agrada mi visita
-No, no me gusta para nada que estés aquí… ¿Vienes con André?- Ironice
-No metas a André en esto… Él no tiene la culpa
-Lo sé, él no tiene la culpa de nada, esa la tienes tú… Isabella acaso no entiendes
-Que quieres Sofía si no puedo hacer nada, sabes que mi familia no toleraría lo nuestro
-¡¿Que nuestro?! Si aquí ya no queda nada, sabes como duele y me molesta el hecho de verte con André, saber que en los mismos lugares de tu cuerpo que yo he besado el también lo ha hecho, creo que no sabes y no sabrás nada… Ah y es mejor que te vallas, realmente no tengo ganas de discutir contigo, ni siquiera escuchar tus excusas baratas
-Es que, es que quiero que escuches lo que tengo que decir…
-¡Es que nada! No necesito tus palabras sin sentidos ni tus disculpas, mejor preocúpate del pobre André, que el debe ser la persona que mas te ama- Deje la puerta abierta y me fui al jardín, Isabella siguió mis pasos, tome un cigarrillo y comencé a fumarlo con una larga calada
-Sabes que no me gusta que fumes
-Y sigues con lo mismo, ¿por qué me fastidias tanto Isabella? podría echarte y no dejarte volver mas a mi casa, incluso no es mala idea que te lleves alguna de tus cosas, así que es mejor que lo hagas, obvio es por el bien de ambas- El sarcasmo aflora con mayor ímpetu, me pare y a ratos la observaba, ella hizo uno que otro intento de acercarse a mi y yo solo la evitaba –Me molesta saber que vienes a disculparte, por favor Isabella ten algo de orgullo, siempre supe que lo que teníamos no tenía ni pies ni cabeza, que no llevaría a nada- Mis palabras se volvieron flexibles, la comprensión tomaba la situación- Sé que tu no tienes la culpa, si no que soy yo la que fomento esto, la que te ve y te sigue, la que añora tus besos y todo de ti… Creo que lo mas sensato que puedo hacer es dejar esto hasta aquí y olvidarnos de todo lo que ha pasado entre nosotras…- Isabella permanecía muda, como si aun estuviera analizando cada una de mis palabras, me senté a su lado, le di la ultima calada a mi cigarrillo y lo tire al suelo, mientras pensaba que decirle o mas bien que agregar para despertarla de su letargo, sonó mi móvil, y para mi sorpresa la voz que escuche del otro lado pertenecía a la madre de Isabella.
-¿Sofía?
-Si, dígame
-Oh querida te llamaba para invitarte a la cena que habrá por mi cumpleaños, puedes venir con quien gustes
-Pero…
-No, Sofía tienes que venir, es mañana… Que estés en casa alrededor de las 7pm está bien, además solo habrá amigos íntimos de la familia
-Estaré ahí no se preocupe… Hasta mañana entonces.
-Si no vienes me molestare bastante, oh! además hay algunos proyectos de los cuales quiero hablarte, hasta luego- colgué

-Al parecer estaré ligada a ti eternamente… ¿Por qué no me dijiste lo de tu madre?- sonreí como de fastidio seguido de una mueca de lamento
-Bueno, ni yo sabia que haría algo- respondió con la cabeza gacha
-Como sea, aun que tenga problemas contigo, aprecio mucho a tu madre como para dejarla plantada.
-¿Sofía?- la voz de Camille desde la habitación- ¿Estás con alguien?- Su tono de voz era el mismo despreocupado de siempre
-¡Si... Está conmigo! - Respondió Isabella de manera molesta.
Se escucho el “tap, tap” de los rápidos pasos de Camille hacia el jardín, se paro en el marco del gran ventanal y su sonrisa era demasiado cínica no pudo disimular su antipatía ante la visita de Isabella, esta última al verla solo arqueo la ceja
-Tu tono sonaba molesto querida Isabella- Sarcasmo a la médula
-No… Solo que me choca un poco saber que tú también vives en esta casa.
-Mala suerte mí querida Isabella, vivo con Sofía hace más de 5 años y obvio, paso más tiempo del que tú puedes pasar con ella, además esta casa la compramos juntas- las respuestas de Camille eran cada vez más hirientes, yo solamente escuchaba, en el fondo me causaba un poco de risa y preocupación saber de Camille defendía su posición, pero mi sentencia estaba dada, ella se ato a mi y yo no me di cuenta, no sé que rumbo tomara esto.
- Será mejor que me valla, tengo que ir con André, me escape de casa por unos minutos, solo para poder verte Sofía- dijo tristemente
-Dale mis saludos al agradable André- Ironizo Camille
-Hasta mañana Sofía- y luego de sus palabras deposito un suave beso en mis labios no sin antes verter unas cuantas lagrimas, las cuales cayeron en mis mejillas.
-Lo siento- susurre, a decir verdad, no me gustaba esto ya que me provocaba dolor y un gran cargo de conciencia.
Solo se escucho la puerta cerrándose levemente, los ojos de Camille se posaron sobre los míos, su mirada denotaba reproche, molestia, era primera la primera vez en años en la cual me mira de esa manera
-Al parecer aun no entiendes las cosas
-Camille no empecemos con agobios, me basta y me sobra sentirme mal por Isabella…Y ¿entender que? Que quizás cometí el error más grande al dejar que estas cosas pasaran, dejar que entraras en mi vida, dejar que el corazón se me dividiera entre ella y tú… Eso- le grite y proseguí – Estoy aburrida de darle vueltas a lo mismo cada vez que las veo, no quiero que ninguna de las dos se ate a mi
-Eres demasiado egoísta Sofía, estas solo por tu bien estar
-Lo soy y por lo mismo me voy de esta casa
-Y ahora escapas
-Llámalo como quieras- prendí un cigarrillo y camine a mi habitación…- Voltee y proseguí -Cuando este instalada vendré por mis cosas- Busque lo mas esencial que tengo, o sea, mi notebook, mi móvil, el Mp4, las gafas de sol, mis escritos, algo de ropa, zapatillas y cigarrillos que es mi mayor vicio y obvio dinero, o si no mi vida se iría literalmente por un tubo, ya con mis cosas listas, tome mis llaves y camine a la puerta sin si quiera despedirme de Camille, creo que estaba mas que molesta, demasiado, hace algo más de 30min mí relación sentimental con Isabella se había terminado y todo en un mas que caluroso día… Eran alrededor de las 6pm y aun se ve el sol, así que solo vago por las calles que siguen atiborradas de gente, mientras camino pesadamente pienso en donde dormir y que obviamente me otorgue estabilidad por unos días, en realidad a mi parecer la única persona que me puede otorgar algo de eso es Isabella, pero no podía quedarme con ella, sería como meterme a la boca del lobo, aun que se que ella no es estúpida y sabe fácilmente diferenciar entre el amor y la amistad o mas bien sabe lo que es un no. De esa manera no me queda más que ir a su departamento en el centro, aun que en el camino a este me devolví unas 5 veces, hasta que anocheció ya son las 11Pm y ahí estoy fuera de su puerta con el dedo tembloroso a punto de tocar el timbre y una vez más titubeo.
-Pero… ¿por qué estoy aquí?- susurre casi con pesar más bien con arrepentimiento.
-¿Sofía?...-
-Isabella… yo- No soy capaz de mirarla a los ojos
-¿Por que estás aquí?... ¿Pasó algo?- estaba visiblemente preocupada y me siento tan aliviaba al escucharla, se acerca y pone su mano en mi mejilla, ahí me doy cuenta que no puedo dejar de amarla y que no puedo alejarme de ella aun que lo quiera.
-Lo siento, lo siento Isabella
-No importa… ¿Solo dime que paso y por qué llevas un bolso?… ¿No será que Camille te hecho de casa?
-No, y no puede hacerlo esa casa es de ambas, solo puedo decir que no me sentía muy cómoda con ella-
-No te preocupes, puedes quedarte, de todas formas el departamento es muy grande para una persona solamente
-Pero- me mordí el labio y fruncí el ceño
Sus brazos me rodearon en un cariñoso y delicado abrazo
-No importa, no importa- respondía mientras apoyaba su barbilla en mi hombro.

Entramos y me sentí como la primera vez que entre en este departamento

Hace 2 años atrás…

Aquella vez estuve todo el día en el bar donde canta actualmente, ¿que hacía ahí yo?... Bueno ayudaba a la dueña, Lucia, ya que somos amigas de infancia y hace poco que había abierto y necesitaba ayuda con algunas cosas, el lugar era bastante cuidado, las paredes eran de color caoba, el piso era de baldosa negra y en cada mesa había una especie de lamparita, las mesas y sillas eran de madera barnizada, en total habían unas 15 mesas, en si el bar era bastante acogedor… Lucia necesitaba un complemento para el bar, para darle el toque especial del cual ella llevaba semanas hablándome, por eso estaba yo ahí, porque le había comentado que Camille conocía a una joven muy “interesante” según sus propias palabras, ella la traería al bar…Eran las 5pm, con Lucia estábamos fumando mientras esperábamos a Camille, el lugar ya estaba levemente aromatizado con el olor del tabaco de miel el cual solemos fumar cuando conversamos.

-Ésta chica con la que vives, Camille… ¿Hace cuanto que conoce a esa joven?- pregunto mientras destapaba un botellín de cerveza
-mmm... hace 1 años o más, no lo sé realmente, pero según Camille, esta chica creo que se llama Isabella es muy talentosa o algo así
-ha ha no me irán a traer a cualquier estúpida.
-No lo creo, Camille no es tonta, ademas está advertida- reí
-Por cierto como va la relación de ustedes
-Oh eso… Es una relación abierta, Camille no pasa mucho en casa a veces y le dije que ella podía hacer lo que quisiera, que no está atada a mí
-Oh! Sabias palabras Sofía ha ha ha- estábamos bastante animadas
-¿Y tú?, ¿no hay nadie, ni una chica o un chico por lo menos?
-Realmente no tengo tiempo, y ellos o ellas exigen mucho y es un fastidio y menos ahora con el bar… Ves si podríamos haber sido pareja Sofí, pero no eres mi tipo.
-Tu tampoco lo eres Lucia- seguíamos riéndonos
-Ha pasado algo de una hora y aun no están aquí, ¿crees que paso algo? Y ya llevamos 4 botellines de cerveza
Se escucho el “tock, tock” de la puerta, Lucia se paro a abrir y por fin aparecían las mujeres que esperábamos, Camille nos saludo a ambas, mientras la otra chica, Isabella, miraba de manera nerviosa el lugar
-Bienvenida a mi humilde bar “Clover Leaf”… Mi nombre es Lucia Caut- se dirigía a la joven desconocida.
-Gracias… Soy Isabella Giordano, mucho gusto, gracias por darme esta oportunidad- la joven sonaba muy cortes… Yo seguí bebiendo mi botellín y dando una que otra calada a mi cigarrillo totalmente distraída
-Disculpa… ¿tu eres Sofí cierto…?-Entrecerró los ojos ¿O sea Sofía Almeida? - se acerco- ¿Tú… trabajas con mi madre? Con Alice Martín- habló de manera muy animada casi sorprendida- Te he visto un par de veces en el trabajo de mi madre.
-¿Ah?- mire de reojo mientras bebía aun-... Oh… ¿Tu madre?...- la mire directamente- hahaha como no me di cuenta el parecido...Sí, yo trabajo con ella
- Sí- Rió… - siempre me habla de ti, ella dice que escribes como lo dioses, a pesar de lo joven que eres, pero ella nunca menciono lo guapa que eras.
-¡OH!... ¿Yo? ¿Guapa?… No, no lo soy- sonreí mientras fumaba al punto de quemarme los dedos
-Ahora se hace la modesta…- reprochaba Lucia con una sonrisa burlesca…- Ya basta de conversaciones, a lo que vinimos, por favor Isabella en el escenario es tuyo.
- Sí-
Se paro ahí, yo quede boquiabierta por la belleza de la joven, actualmente me sigo maravillando con ello, pero en aquel entonces era una niña para mí.
-Cantare algo que escribí


“Mientras esperaba por ti, comprendí muchas cosas
Donde esta el amor que tanto espere
Donde se perdió eso que teníamos
Acaso desapareció entre mis dedos
Acaso desapareció entre los cuerpos que danzan
Sin tocarse el uno al otro
Y mire dentro de mi alma y viaje a mis adentros
Pensé que había olvidado eso que llaman amor
Pensé que lo había enterrado y aun esta ahí
Esperando que el roce de tus dedos y el calor de tu cuerpo lo despierte
Espero que me despiertes, solo espero a que despiertes”

___________________
Continuará...

1 comentario:

  1. Me gusta la manera en como describes los hambientes y las acciones,felicidades!espero q lo continues pronto

    ResponderEliminar