Mujer de ojos
hermosos, de manos cálidas y besos trémulos, de sonrisa encantadora y
palabras dulzonas, tú, vida mía, que me haces recordar lo maravilloso del vivir,
del sonreír y del respirar.
Aprendí una vez y vuelvo aprender el arte de amarte, porque este es un arte en ti y en mí, un arte de caricias extendidas en los años, de palabras escritas en el corazón, de gestos inolvidables y sueños constantes…
Aprendí una vez y vuelvo aprender el arte de amarte, porque este es un arte en ti y en mí, un arte de caricias extendidas en los años, de palabras escritas en el corazón, de gestos inolvidables y sueños constantes…
Porque pasar días contigo son regalos que solo
el ser humano es capaz de apreciar, el escuchar el sonido constante de tus
gemidos en mis brazos, ese es un regalo que hasta los mismos dioses quisieran
para ellos Tus manos surcan mi espalda y me acercas a ti, me enamoro más aun
con el embriagador aroma que dejas en mis sabanas…
Las canciones que hablan de amor no se comparan
a este sentimiento que muchas veces parece extraño y torpe en otros ojos.
¡El amor, el sublime amor que solo en tus labios, que en ti vida mía me parece maravilloso y dulce!
Pienso en noches completas junto a ti, en días
soleados paseando por las calles de esta ciudad que me enseño a extrañarte
cuando no te tenía, días fríos en los cuales pasaríamos abrigadas la una con la
otra bajo un manto de calidez.
Segundos, minutos, horas, días, meses, años, estaciones vida mía, una vida completa junto a ti!
Pasos que junto a ti son firmes, sueños que toman forma, esperanzas que se vuelven realidad.
Tengo todo lo que quiero y más junto a ti,
ahora más que nunca quiero vivir con intensidad, disfrutar, reír y llorar,
gritar y sentirme exhausta de tanto amor.
Mujer de ojos hermosos, que a veces no puedo
llegar a entender, que a veces molesta me echa de su lado y yo como un cachorro
vuelvo a sus brazos, sin importar la razón vuelvo una y otra vez, ya que sé que aun
que estés molesta mi amor por ti jamás morirá.
Vida mía, te entrego mi corazón, mis orgullos y
mis perjuicios, mis besos y caricias, mis enojos y mis alegrías, mi llanto lleno de pena y mis
lágrimas repletas de dicha.
Buscando mi lugar en donde descansar, en donde
crecer tal como una semilla que por coincidencia crece al alero de un clima
extraño, así es como crecí, en un mundo extraño, complejo tal vez, pero este
mundo es el que aprendí a amar, el que aprendí a apreciar tan solo por el hecho
que tu habitas en el.
Eres mi trébol de cuatro hojas, mi flor de
pétalos delicados, y yo, yo seré tu sombra cuando el extenuante sol te haga
desfallecer.
Quiero ser el apoyo constante a la pena que a
veces te aprisione, quiero ser los brazos en los cuales descansaras toda la
vida…
Simplemente quiero ser por quien desbordas amor, quiero ser la mujer por
quien sonríes, por quien suspiras y duermes en paz.
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