miércoles, 9 de mayo de 2012

Un pincel & Un Microfono 4


Capítulo 4

Al escucharla sentí que lágrimas se asomaban por mis ojos, pero no deje que cayeran, mientras ella cantaba sus ojos se posaron en mi, mirándome a veces por el rabillo del ojo y otras de frente… La ovación del público no tardo en aparecer y los aplausos, las palabras de simpatía se hacían presentes, la gente se acercaba, le decían lo buena y lo hermosa que era su voz, Isabella solo agradecía algo ruborizada ante tanto halago, bajó del escenario y desde mi mesa podía verla con su ¿“novio”? y el, beso sus labios y luego camino a la salida, lo seguí con la mirada hasta el final, ahí se perdió entre la multitud, en ese momento me sentí relajada y sonreí, mire a Camille que me miraba intrigada.
-Es solo qu- trate de responder a su mirada de intriga
La voz de Isabella interrumpió la frase- ¿Te gusto mi canción?- me hablo al oído y rodeo mis hombros por la espalda…
-¿Ah?
-No digas “¿Ah?”… Dime si te gusto- se sentó con nosotras
-Si…-
-Me encanta lo animada que estás- dijo fastidiada
-A mi si me gusto tu canción- Hablo Camille sonriendo –Hace un rato vi a André, ¿Por qué se fue?
-Su madre lo llamo…
-¿Y como van las cosas con él?
-Mmm... A decir verdad no lo sé, últimamente no me siento muy a gusto con él, si, él se comporta como un cielo conmigo… Pero hace tiempo que deje de amarlo y no sé que hacer, solo siento cariño y eso, pero nada más.
-¿Pero no deberías decírselo?- Dije mientras prendía otro cigarrillo
-No sé, se me hace muy difícil… Sofía puedes dejar de fumar por favor, que me duele la cabeza.
-Pero si aquí todos fuman
-Como sea, apágalo por favor
-Bueno, bueno
Se escucho el sonido de un móvil, el de Camille, pero ella no lo escucho, tuve que sacarlo de su cartera y dárselo, luego de 5min de hablar creo que con su madre o algo así me miro como con tristeza.
-¿Qué paso?
-Mi madre, que llamo para avisarme que la tía Carmen está enferma y me pidió que fuera con ella
-Te acompaño entonces- me estaba levantando de la silla
-No- tomo mi mano- Iré sola, si tampoco es que sea para tanto, mi mamá es algo exagerada
-Pero deja que te lleve entonces.
-No, quédate aquí, si aún es temprano
-Camille… No seas terca, deja que Sofía te lleve- Atribuyo Isabella
-Bueno, bueno pero después volverás al bar, creo que Lucia te necesitara después
-Que si y tu cuando todo esté bien llámame para ir por ti…¿Estás segura que quieres quedarte solita allá?
-Sí…-suspiro- Sofía no me pasara nada… ¿Vamos entonces?
Asentí y le deje dicho a Lucia que volvería para ayudarle a cerrar el bar. Camille conversaba con Isabella mientras yo buscaba las llaves
-Isabella ¿te puedo pedir un favor?- hablo Camille
-Sí, ¿dime?
-Por favor puedes venir con nosotras, es que de vuelta el camino es largo y me da algo de temor que vuelva sola.
-Pero ¿y la presentación?-Pregunto Isabella
-No te preocupes, hablare con Lucía, ella lo entenderá
-Momento… ¿Escuche mal?- Me acerque a las chicas - Prácticamente, tendré una niñera… Camille no soy una bebe
-Sofía… El camino de vuelta a casa es muy largo, creo que ni siquiera llegaras a ayudar a Lucia- acaricio mis mejillas y me beso en los labios
-Pero
-Nada de peros Sofí, lo único que hago es cuidarte
-Pero no con niñera incluida… Y no me digas “Sofí” me carga… Además Isabella debería quedarse, ¿cierto Lucia?- Recalque esperando que Lucia me apoyara
-Yo no tengo problemas, además el público la recibió bien y como es su primer día lo perdonare
-Me encanta cuando estás de mi lado- le reproche a Lucia, quien reía con satisfacción al verme fastidiada…-Ya bueno vayámonos por favor
-Sofía no estés molesta
-Que no lo estoy… Puedes dejarme tranquila- volví a gruñir
-Parece que no tienes muy buen humor- Isabella reía
-Solo estoy fastidiada por tener chaperona
-No seas infantil- Contribuyo la ojiverde
-Sofía- hablaba de manera sabia- Camille se preocupa por ti, por eso me hizo venir con ustedes, porque créeme preferiría seguir con mi trabajo
-Lo sé, lo sé- sí, Isabella tenía razón, cada vez que salíamos en auto con Camille se preocupaba demasiado –Ah y lo siento por hacerte venir- sarcasmo –Créeme que a mí también me hubiese gustado que te quedaras en el bar

-Como sea… Isabella te acompañara y punto ya- Respondió una molesta Camille
Me sentí como una niña pequeña, sentí que el camino se hacía eterno, Camille iba sentada a mi lado e Isabella atrás… Pero con cada kilómetro que avanzábamos las estrellas se hacían más visibles, la brisa también era más húmeda y fresca, el camino se hacía cada vez más agradable, estábamos a pocos metros de la casa de la tía Carmen, se veían varios autos estacionados ahí mismo.
-No es necesario que te bajes, no te preocupes- agrego la rubia
-Pero… Quiero saludar a tu madre, hace tiempo que no la veo- le reproche haciendo una especie de puchero.
-Bueno- suspiro

Entramos y la primera que apareció fue la madre de Camille la Sra. Eugenia, la cual al verme me abrazo.
-Tanto tiempo Sofía… Disculpa por hacerte venir.
-No se preocupe, yo quise venir, no puedo dejar sola a Camille
-Bueno… Supongo que se quedarán aquí
-No queremos molestar… - Respondió Isabella
-Entonces me llamas para venir a buscarte, de todas formas lo puedes hacer a cualquier hora- Abrace y bese la mejilla de Camille, pero cuando termine de besar su mejilla, se acerco a mi rostro y me beso en los labios.

Así nos alejamos del lugar, ya íbamos a mitad de camino e Isabella dormía plácidamente en el asiento del copiloto, me saque la chaqueta y la tape con ella.
-Gracias… Tenía algo de frío – Susurró al acurrucarse
-Lo siento si te desperté
-No importa- sonrió
-¿Quieres que te vaya a dejar a casa?
-No te preocupes
-Mínimo que lo haga, ya que por mi tuviste que venir
-mmm... puede ser- Sonrió pícaramente

Ella me dio las indicaciones para llegar, realmente no era muy lejos del bar como a 15min en auto.
-Entonces nos vemos-
-Pero ¿Quieres pasar?
-Pero…-Dude
-Mínimo si viniste a dejarme- Sonrió de manera dulce.
Reí ante sus palabras y asentí con la cabeza, subimos al ascensor y ella enlazo su brazo al mío y apoyo su cabeza en mi hombro, presiono el piso n° 7 el cual era el último… Poco a poco el nerviosismo se acrecentaba, especialmente con su cercanía a mí, la puerta se abrió de par en par, dimos algunos pasos y estábamos frente a su puerta, metió la llave sonó un “clic” y la puerta cedió y justo en ese momento sentí que estaba frente a una nueva vida…

Presente…

Ahora me siento igual y sentada en el sofá con Isabella, la cual me miraba un poco preocupada.
-Sofía quiero pedirte perdón… Es que no sé que hacer…- se llevo las manos a la cara, con una mueca de dolor
-No, Isabella, no… Es que no lo hagas, no me pidas perdón… Isabella yo te quiero demasiado y ¿sabes? estoy cansada, demasiado cansada- Me saque los lentes y lo deje en la mesa.
-Sofía, yo también estoy cansada, estoy cansada de tener que ocultar lo que soy… Es que no puedo salir contigo, no puedo tomarte de la mano ni nada en publico y cuando me miras veo en tus ojos lo mal que te hago sentir- Su voz comenzó a quebrarse y su expresión era amarga
- Estoy resignada, ya no importa nada de eso, quiero descansar y respirar tranquila… Desde mi punto de vista, creo que estas mejor con André.
-¿Pero por qué me empujas a estar con él?, si no lo quiero, ¿Sofía acaso no entiendes?
-¡¿Qué quieres que entienda?!- Grite
-Que te amo, que contigo quiero pasar mi vida, no importa como sea, no importa nada más que tú y yo… Hoy, cuando estuve en tu casa y vi a Camille, me descompuse totalmente, me sentí celosa, sentí rabia- comenzó a llorar
-Entonces debes saber como me siento cuando te veo con André…- Dije sin mirarla
-Es que… ¿Por qué estas siempre con Camille?, no entiendo… ¿Sofía tienes algo con ella?- pregunto inquisitivamente
-¿Por qué me preguntas eso?- me sentí descubierta
-Es que ¿por qué tienes que vivir con ella?
-Isabella, no salgamos con agobios… Será mejor que me valla, no tengo intención de discutir contigo- Tome mi bolso
-No te vallas… Lo siento, es que vuelvo a decir no sé que hacer, realmente quiero estar contigo y poder abrazarte, verte despertar todas las mañanas conmigo, que cuando vuelvas a casa este yo esperándote y nadie más… Desde que te vi, sentí que mi vida estaba contigo, sentí que juntas seríamos felices.
-¿Tú crees que yo no sentí lo mismo?- Reproche -Pero dime ¿Acaso sabes cómo me sentí cuando te vi la primera vez con André?, ¿cuándo el te toma la mano?-
-Hablas y hablas de Camille, sé que tienes algo con ella.
-¡¿Qué tiene que ver ella en esto?! Estoy harta de ella y de ti, me ahogan, me aburren
-¿¡Entonces por qué viniste a mi casa?
-¡Porque pensé que contigo podría tener algo de estabilidad por unos días, porque creí que aquí podría descansar…!- el tono de mi voz creció hasta ser un grito, que no descendía, mi respiración se volvía entre cortada y mi pulso estaba acelerado, sentía un mareo terrible y sin más mi mente se nublo, solo sentí cuando caí al suelo…Poco a poco abrí los ojos y me encontré tendida en la cama de Isabella, escuche voces en la sala, quise levantarme, pero no pude, me sentí debilitada, el cuerpo me pesaba, la puerta se abrió y detrás de ella venían Camille e Isabella.

-Has dormido toda la noche- Dijo Isabella sentándose a mi lado mientras tocaba mi mejilla- Vino el doctor a revisarte y dijo que estás anémica- Me miro preocupada.

-Sofía, ¿Qué hubiera pasado si te desmayas en la calle?- Hablo Camille y se hinco en el suelo y apoyo su barbilla en la cama-

-¿Isabella te llamo?- pregunte
-No… Yo vine porque supuse que estabas aquí, estaba preocupada- Suspiro- No quiero que sigamos discutiendo- su voz denotaba arrepentimiento

-Camille creo que no es muy adecuado hablar acerca de eso ahora- Reprocho Isabella

-Pero… -Me miro tiernamente- Sofía quiero que vuelvas a casa.

-Dejemos las cosas claras… No me quedare aquí, fue un infortunio el hecho de que desmayara, porque Isabella sabe que estaba a punto de irme de aquí…

-Pero Sofía tienes que descansar, por favor quédate, el doctor dice que tienes que guardar reposo.

-No me interesa quedarme aquí contigo, ni tampoco contigo Camille… Prefiero estar sola- Así luego de mis rotundas palabras, me levante de la cama, aun que me sentía seriamente debilitada y realmente necesitaba descansar, pero en aquel momento no quise hacerlo…-Por cierto no me busquen.

-¿Por qué siempre crees que tú lo eres todo?, ¿Por qué demonios eres tan arrogante?- Espeto la ojiverde que estaba molesta.

-¿A ver?… Primero me dices que no quieres discutir más conmigo, luego me pides que vuelva a casa y ¿ahora me criticas diciendo que soy arrogante?…No te entiendo, realmente no te entiendo… Por eso estoy harta, harta de todo.

-Por favor Sofía no te alteres que te hará mal- Isabella siempre tan preocupada.

-No te preocupes, estaré bien… Nos vemos- Ya en el ascensor, solo pude recargarme en las gélidas paredes, me sentía tan cansada, el dolor de cabeza había pasado a ser una leve cefalea que no cesaba, caí al piso apoyada en mis piernas, sentí frío y antes de llegar al primer piso, presione el nº7, al abrirse la puerta del ascensor me encontraba aun sentada en el piso, con la cabeza gacha y unas nauseas terribles, me puse de pie a duras penas, ayudada por las paredes anduve por el pasillo hasta la puerta de Isabella arrastrando mi bolso el cual me parecía tremendamente pesado en ese momento y antes de tocar la puerta, esta se abrió y solo alcance a ver el rostro de Isabella con sus ojos llorosos antes de que se nublara la vista… 

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Continuará...

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