Capítulo 4
Al escucharla sentí que lágrimas se asomaban
por mis ojos, pero no deje que cayeran, mientras ella cantaba sus ojos se
posaron en mi, mirándome a veces por el rabillo del ojo y otras de frente… La
ovación del público no tardo en aparecer y los aplausos, las palabras de
simpatía se hacían presentes, la gente se acercaba, le decían lo buena y lo
hermosa que era su voz, Isabella solo agradecía algo ruborizada ante tanto
halago, bajó del escenario y desde mi mesa podía verla con su ¿“novio”? y el, beso
sus labios y luego camino a la salida, lo seguí con la mirada hasta el final, ahí
se perdió entre la multitud, en ese momento me sentí relajada y sonreí, mire a
Camille que me miraba intrigada.
-Es solo qu- trate de responder a su mirada de
intriga
La voz de Isabella interrumpió la frase- ¿Te
gusto mi canción?- me hablo al oído y rodeo mis hombros por la espalda…
-¿Ah?
-No digas “¿Ah?”… Dime si te gusto- se sentó
con nosotras
-Si…-
-Me encanta lo animada que estás- dijo
fastidiada
-A mi si me gusto tu canción- Hablo Camille
sonriendo –Hace un rato vi a André, ¿Por qué se fue?
-Su madre lo llamo…
-¿Y como van las cosas con él?
-Mmm... A decir verdad no lo sé, últimamente no
me siento muy a gusto con él, si, él se comporta como un cielo conmigo… Pero
hace tiempo que deje de amarlo y no sé que hacer, solo siento cariño y
eso, pero nada más.
-¿Pero no deberías decírselo?- Dije mientras prendía
otro cigarrillo
-No sé, se me hace muy difícil… Sofía puedes
dejar de fumar por favor, que me duele la cabeza.
-Pero si aquí todos fuman
-Como sea, apágalo por favor
-Bueno, bueno
Se escucho el sonido de un móvil, el de
Camille, pero ella no lo escucho, tuve que sacarlo de su cartera y dárselo,
luego de 5min de hablar creo que con su madre o algo así me miro como con
tristeza.
-¿Qué paso?
-Mi madre, que llamo para avisarme que la tía
Carmen está enferma y me pidió que fuera con ella
-Te acompaño entonces- me estaba levantando de
la silla
-No- tomo mi mano- Iré sola, si tampoco es que
sea para tanto, mi mamá es algo exagerada
-Pero deja que te lleve entonces.
-No, quédate aquí, si aún es temprano
-Camille… No seas terca, deja que Sofía te
lleve- Atribuyo Isabella
-Bueno, bueno pero después volverás al bar,
creo que Lucia te necesitara después
-Que si y tu cuando todo esté bien llámame para ir por ti…¿Estás segura que quieres quedarte solita
allá?
-Sí…-suspiro- Sofía no me pasara nada… ¿Vamos
entonces?
Asentí y le deje dicho a Lucia que volvería
para ayudarle a cerrar el bar. Camille conversaba con Isabella mientras yo
buscaba las llaves
-Isabella ¿te puedo pedir un favor?- hablo
Camille
-Sí, ¿dime?
-Por favor puedes venir con nosotras, es que de
vuelta el camino es largo y me da algo de temor que vuelva sola.
-Pero ¿y la presentación?-Pregunto Isabella
-No te preocupes, hablare con Lucía, ella lo entenderá
-Momento… ¿Escuche mal?- Me acerque a las
chicas - Prácticamente, tendré una niñera… Camille no soy una bebe
-Sofía… El camino de vuelta a casa es muy
largo, creo que ni siquiera llegaras a ayudar a Lucia- acaricio mis mejillas y
me beso en los labios
-Pero
-Nada de peros Sofí, lo único que hago es
cuidarte
-Pero no con niñera incluida… Y no me digas
“Sofí” me carga… Además Isabella debería quedarse, ¿cierto Lucia?- Recalque
esperando que Lucia me apoyara
-Yo no tengo problemas, además el público la
recibió bien y como es su primer día lo perdonare
-Me encanta cuando estás de mi lado- le
reproche a Lucia, quien reía con satisfacción al verme fastidiada…-Ya bueno vayámonos por favor
-Sofía no estés molesta
-Que no lo estoy… Puedes dejarme tranquila-
volví a gruñir
-Parece que no tienes muy buen humor- Isabella
reía
-Solo estoy fastidiada por tener chaperona
-No seas infantil- Contribuyo la ojiverde
-Sofía- hablaba de manera sabia- Camille se
preocupa por ti, por eso me hizo venir con ustedes, porque créeme preferiría
seguir con mi trabajo
-Lo sé, lo sé- sí, Isabella tenía razón, cada
vez que salíamos en auto con Camille se preocupaba demasiado –Ah y lo siento
por hacerte venir- sarcasmo –Créeme que a mí también me hubiese gustado que te
quedaras en el bar
-Como sea… Isabella te acompañara y punto ya-
Respondió una molesta Camille
Me sentí como una niña pequeña, sentí que el
camino se hacía eterno, Camille iba sentada a mi lado e Isabella atrás… Pero
con cada kilómetro que avanzábamos las estrellas se hacían más visibles, la
brisa también era más húmeda y fresca, el camino se hacía cada vez más
agradable, estábamos a pocos metros de la casa de la tía Carmen, se veían
varios autos estacionados ahí mismo.
-No es necesario que te bajes, no te preocupes-
agrego la rubia
-Pero… Quiero saludar a tu madre, hace tiempo
que no la veo- le reproche haciendo una especie de puchero.
-Bueno- suspiro
Entramos y la primera que apareció fue la madre
de Camille la Sra. Eugenia, la cual al verme me abrazo.
-Tanto tiempo Sofía… Disculpa por hacerte venir.
-No se preocupe, yo quise venir, no puedo dejar
sola a Camille
-Bueno… Supongo que se quedarán aquí
-No queremos molestar… - Respondió Isabella
-Entonces me llamas para venir a buscarte, de
todas formas lo puedes hacer a cualquier hora- Abrace y bese la mejilla de
Camille, pero cuando termine de besar su mejilla, se acerco a mi rostro y me beso
en los labios.
Así nos alejamos del lugar, ya íbamos a mitad
de camino e Isabella dormía plácidamente en el asiento del copiloto, me saque
la chaqueta y la tape con ella.
-Gracias… Tenía algo de frío – Susurró al
acurrucarse
-Lo siento si te desperté
-No importa- sonrió
-¿Quieres que te vaya a dejar a casa?
-No te preocupes
-Mínimo que lo haga, ya que por mi tuviste que
venir
-mmm... puede ser- Sonrió pícaramente
Ella me dio las indicaciones para llegar,
realmente no era muy lejos del bar como a 15min en auto.
-Entonces nos vemos-
-Pero ¿Quieres pasar?
-Pero…-Dude
-Mínimo si viniste a dejarme- Sonrió de manera
dulce.
Reí ante sus palabras y asentí con la cabeza,
subimos al ascensor y ella enlazo su brazo al mío y apoyo su cabeza en mi
hombro, presiono el piso n° 7 el cual era el último… Poco a poco el nerviosismo
se acrecentaba, especialmente con su cercanía a mí, la puerta se abrió de par
en par, dimos algunos pasos y estábamos frente a su puerta, metió la llave sonó
un “clic” y la puerta cedió y justo en ese momento sentí que estaba frente a
una nueva vida…
Presente…
Ahora me siento igual y sentada en el sofá con
Isabella, la cual me miraba un poco preocupada.
-Sofía quiero pedirte perdón… Es que no sé que
hacer…- se llevo las manos a la cara, con una mueca de dolor
-No, Isabella, no… Es que no lo hagas, no me
pidas perdón… Isabella yo te quiero demasiado y ¿sabes? estoy cansada,
demasiado cansada- Me saque los lentes y lo deje en la mesa.
-Sofía, yo también estoy cansada, estoy cansada
de tener que ocultar lo que soy… Es que no puedo salir contigo, no puedo
tomarte de la mano ni nada en publico y cuando me miras veo en tus ojos lo mal
que te hago sentir- Su voz comenzó a quebrarse y su expresión era amarga
- Estoy resignada, ya no importa nada de eso,
quiero descansar y respirar tranquila… Desde mi punto de vista, creo que estas
mejor con André.
-¿Pero por qué me empujas a estar con él?, si no
lo quiero, ¿Sofía acaso no entiendes?
-¡¿Qué quieres que entienda?!- Grite
-Que te amo, que contigo quiero pasar mi vida,
no importa como sea, no importa nada más que tú y yo… Hoy, cuando estuve en tu
casa y vi a Camille, me descompuse totalmente, me sentí celosa, sentí rabia-
comenzó a llorar
-Entonces debes saber como me siento cuando te
veo con André…- Dije sin mirarla
-Es que… ¿Por qué estas siempre con Camille?,
no entiendo… ¿Sofía tienes algo con ella?- pregunto inquisitivamente
-¿Por qué me preguntas eso?- me sentí
descubierta
-Es que ¿por qué tienes que vivir con ella?
-Isabella, no salgamos con agobios… Será mejor
que me valla, no tengo intención de discutir contigo- Tome mi bolso
-No te vallas… Lo siento, es que vuelvo a decir
no sé que hacer, realmente quiero estar contigo y poder abrazarte, verte
despertar todas las mañanas conmigo, que cuando vuelvas a casa este yo
esperándote y nadie más… Desde que te vi, sentí que mi vida estaba contigo,
sentí que juntas seríamos felices.
-¿Tú crees que yo no sentí lo mismo?- Reproche
-Pero dime ¿Acaso sabes cómo me sentí cuando te vi la primera vez con André?, ¿cuándo
el te toma la mano?-
-Hablas y hablas de Camille, sé que tienes algo con ella.
-¡¿Qué tiene que ver ella en esto?! Estoy harta
de ella y de ti, me ahogan, me aburren
-¿¡Entonces por qué viniste a mi casa?
-¡Porque pensé que contigo podría tener algo de
estabilidad por unos días, porque creí que aquí podría descansar…!- el tono de
mi voz creció hasta ser un grito, que no descendía, mi respiración se volvía
entre cortada y mi pulso estaba acelerado, sentía un mareo terrible y sin más
mi mente se nublo, solo sentí cuando caí al suelo…Poco a poco abrí los ojos y
me encontré tendida en la cama de Isabella, escuche voces en la sala, quise
levantarme, pero no pude, me sentí debilitada, el cuerpo me pesaba, la puerta
se abrió y detrás de ella venían Camille e Isabella.
-Has dormido toda la noche- Dijo Isabella
sentándose a mi lado mientras tocaba mi mejilla- Vino el doctor a revisarte y dijo
que estás anémica- Me miro preocupada.
-Sofía, ¿Qué hubiera pasado si te desmayas en
la calle?- Hablo Camille y se hinco en el suelo y apoyo su barbilla en la cama-
-¿Isabella te llamo?- pregunte
-No… Yo vine porque supuse que estabas aquí,
estaba preocupada- Suspiro- No quiero que sigamos discutiendo- su voz denotaba
arrepentimiento
-Camille creo que no es muy adecuado hablar
acerca de eso ahora- Reprocho Isabella
-Pero… -Me miro tiernamente- Sofía quiero que
vuelvas a casa.
-Dejemos las cosas claras… No me quedare aquí,
fue un infortunio el hecho de que desmayara, porque Isabella sabe que estaba a
punto de irme de aquí…
-Pero Sofía tienes que descansar, por favor quédate,
el doctor dice que tienes que guardar reposo.
-No me interesa quedarme aquí contigo, ni
tampoco contigo Camille… Prefiero estar sola- Así luego de mis rotundas
palabras, me levante de la cama, aun que me sentía seriamente debilitada y
realmente necesitaba descansar, pero en aquel momento no quise hacerlo…-Por
cierto no me busquen.
-¿Por qué siempre crees que tú lo eres todo?, ¿Por
qué demonios eres tan arrogante?- Espeto la ojiverde que estaba molesta.
-¿A ver?… Primero me dices que no quieres
discutir más conmigo, luego me pides que vuelva a casa y ¿ahora me criticas
diciendo que soy arrogante?…No te entiendo, realmente no te entiendo… Por eso
estoy harta, harta de todo.
-Por favor Sofía no te alteres que te hará mal-
Isabella siempre tan preocupada.
-No te preocupes, estaré bien… Nos vemos- Ya en
el ascensor, solo pude recargarme en las gélidas paredes, me sentía tan
cansada, el dolor de cabeza había pasado a ser una leve cefalea que no cesaba,
caí al piso apoyada en mis piernas, sentí frío y antes de llegar al primer
piso, presione el nº7, al abrirse la puerta del ascensor me encontraba aun
sentada en el piso, con la cabeza gacha y unas nauseas terribles, me puse de
pie a duras penas, ayudada por las paredes anduve por el pasillo hasta la
puerta de Isabella arrastrando mi bolso el cual me parecía tremendamente pesado
en ese momento y antes de tocar la puerta, esta se abrió y solo alcance a ver
el rostro de Isabella con sus ojos llorosos antes de que se nublara la vista…
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Continuará...
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Continuará...
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